¿Existe una época ideal para jugar?

Si algo nos está demostrando este 2013 es que no parece haber una época del año concreta que aúne los esfuerzos del mercado. El mercado nos obliga a jugar en otoño e invierno pero, ¿existe la época ideal para el jugón?

La pregunta se la han hecho en Game Informer y hay respuestas de todos los tipos y para todos los colores, lo que viene a desmentir en cierta manera que el otoño es la época preferida para el jugón porque es cuando salen todas las novedades, una idea que tuve la oportunidad de discutir con uno de los antiguos responsables de ERBE, Paco Pastor, hace un par de años.

«En los años ochenta no había tanta estacionalidad como ahora. Además de la campaña navideña, también se vendían muchos juegos en primavera, de las fechas de las comuniones», me explicaba Pastor. Una situación que, en cierta manera, vemos repetida este año con tres grandes periodos de venta. Los pasados meses de febrero y marzo, el verano caliente que nos espera en agosto y septiembre con GTA V y los habituales bombazos otoñales a los que seguirá la llegada de las consolas de nueva generación a finales de año.

Personalmente, siempre he asociado los periodos vacacionales de mi etapa de estudiante como los mejores para darle duro a la consola. Las navidades, con sus consecuentes regalos, eran un clásico del ocio electrónico y, ya más crecidito, debo confesar que el invierno ofrece la climatología ideal para dedicarle horas, y horas, y horas a según qué juegos.

Pero nunca me cansaré de repetir que una de mis experiencias más gratificantes fue la de un Fallout 3 jugado de cabo a rabo en las calurosas noches de verano de 2009. Vale, no todos podemos permitirnos sesiones de juego hasta las tres o las cuatro de la mañana, pero pasear por el Yermo de Bethesda mientras te acompaña el silencio de la calle y la brisa del exterior es una experiencia impagable.

No son pocos los que en Game Informer aseguran que las vacaciones de verano son el mejor momento para darle a un sandbox. No nos resulta extraño: el tiempo que requiere un juego de tal calibre sólo se puede arrancar en periodos vacacionales o renunciando casi por completo a la vida social. ¿Qué opináis vosotros de todo esto, queridos lectores? ¿Tenéis una época del año marcada a fuego para abandonaros a vuestra consola?