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¿Existe el simulador de fútbol?

¿Qué significa simular? ¿Qué significa arcade?
Por Toni Piedrabuena

Amante del fútbol soy, y más allá del balompié de sillón y mando (a distancia y control-pad), cuando tengo la ocasión de pegar unos tiros con los amigos acudo encantado a la cita: me calzó las Mercurial, las medias del Cádiz, el pantalón de la Balompédica Linense, la elástica del Espanyol y parezco un Rappel, pero tengo un dribling que te mueres… del asco. Pero eh, me gusta el fútbol, lo adoro, es parte de mi vida y disfruto todas las facetas del mismo, y el raro no soy yo. ¿Sabéis qué es lo que me parece raro? Que aficionados de tomo y lomo consideren, en serio, que FIFA o PES pudo ser un simulador en algún momento. Permitidme exponer mi punto de vista.

 

¿Qué entiendes por simulador? Yo entiendo una actividad en la que se emula, a la perfección, la actividad ejecutada, aunque sea de forma virtual. Simuladores en el mundo del videojuego hay a cientos, pero que alguno de los reyes del balón virtual actuales pueda ser un simulador, me lleva a preguntarme si realmente somos conscientes de lo que decimos. Puede que os parezca una tontería, pero creo que deberíamos jubilar la terminología que aplicamos al género, ya que, literalmente, no se adecua a lo que realmente vemos y jugamos: lo de la simulación me da a mí que es puro marketing y nos lo hemos tragado, como el Topo en el Mundial.

 

¡Me gusta el fútbol! ¡Pero más el marketing!

 

Yo me imagino al fulano (o fulana) que inventó la milonga carcajeándose cada vez que un periodista o un aficionado esgrime el palabro. Le damos demasiada importancia al vocablo, y si bien el lenguaje del videojuego es algo que deberíamos ir revisando de cara a una profesión seria en los próximos años, elementos como el presente deberíamos ir detectándolos para poder jubilarlos y hablar las cosas con propiedad. Que siendo una industria que mueve tanto dinero y que goza de tan buena salud tenemos un complejo de inferioridad absurdamente obvio me parece un hecho (que le pregunten a Forges ayer), de ahí que no solo aceptemos los deseos de mercado de esos fulanos y fulanas, que además nos sentimos cómodos con ello.

 

¿Es World PK Soccer el colmo de la simulación? El 2 te dejaba escoger el lugar en el que chutarías: un megatón de los noventa

 

No, no lo es mismo decir “un videojuego de fútbol” que “UN AUTÉNTICO SIMULADOR DE FÚTBOL”. No deberíamos tener ningún problema en hablar de las cosas por el nombre que son, pero viniendo de un periodismo patrio como al nuestro, que trata los juegos de “jueguicos” con tono lastimero y pedante, ¿qué podemos esperar? No hablemos ya de reseñas y avances de juegos deportivos perpetrados por gente que, primero, detesta el deporte rey y, segundo, el último FIFA que jugó fue “el que podías jugar a fútbol sala”. Antes de abandonarme en la senda de la divagación: eso jamás fue fútbol sala ni se le parece, circulen.

 

Hablábamos de categoría a la hora de hablar de uno u otras nomenclaturas a la hora de hablar de eso, de software, pero el asunto viene de lejos ya. Por decir el pecado pero no la pecadora, cuando una de las dos grandes franquicias estaba en la cresta de la ola, cuando una revista en la que trabajé a mediados de la década pasada le preguntó por publicidad, la relaciones públicas de la firma contestó, alegremente, que [ponga aquí su nombre] no era un juego de fútbol, que era auténtico fútbol, y que por tanto, se debía anunciar en revistas, diarios y webs de fútbol. A mí lo que hiciese con la publicidad me importa poco o nada, pero es la risa que alguien pueda llegar a creerse algo así.

 

En tu próxima escapada a la calle no dudes en chutar la siguiente lata que veas: ¿Ves el kickometro? Entonces no estás simulando. El fútbol de consola jamás podrá ser un simulador. Podrá ser más automático, manual, estratégico, directo o una amalgama de nomenclaturas futbolísticas que no vienen a cuento, pero la catalogación entre simulación y arcade debe desaparecer de la faz de la tierra. A un género que lleva prácticamente 15 años sin tener tres lanzamientos futbolísticos en salones recreativos, el llamarlo arcade es un ejercicio casi sádico, máxime cuando, oh, sorpresa, no es cierto.

 

Fútbol arcada

 

En la villa de las suposiciones, ¿PES es ahora más arcade que antes? ¿En serio? Super Sidekicks, Hat Trick Hero, Goal Goal Goal o Virtua Striker no necesitaban, normalmente, más de tres botones para funcionar. Pro Evolution Soccer, así a bote pronto, pasa de los ocho, sumando, claro, dos sticks y un montón de combinaciones, cambios, tácticas, estadísticas, etcétera. ¿En serio Pro Evolution Soccer es arcade? ¿FIFA en el peor de sus momentos fue arcade? ¿Por qué? ¿Por meter goles más fácilmente? Hurgaré un poco más en la herida: ¿El hecho de que sea “arcade” lo hace, per se, peor que la competencia? Al menos en España, el llamar “arcade” a un juego de fútbol nunca le ha venido bien, ¿los juegos de fútbol de recreativas eran malos juegos? Obviamente no.

 

INCEPTION: el arcade oficial de Pro Evolution Soccer en Japón. El hipotético arcade del propio arcade, ¿entonces es arcade? ¿Qué es arcade?

 

Dejémonos de tonterías. Pido peras al olmo cuando aquí pocos se toman en serio la profesión, pero ya que estemos en ella, intentemos, en la medida de lo posible, ser certeros con las palabras que usamos e intentar no contaminar más de lo que está el vocabulario. Ojalá venga Bungie y nos dé una clase de vocabulario: parece que en la clase de reseña de videojuegos largos todo el mundo le ha hecho caso. Yo, por mi parte, me comprometo a jubilar la palabra simulación de mis textos balompédicos.


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