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Evoland, un juego que evoluciona mientras lo vamos jugando

Progreso jugable
Por José Manuel Fernández "Spidey"

El Evoland original nació en la competición Ludum Dare del año 2012, evento en el que se propone el realizar un videojuego hasta cierto punto competente en dos días. Así, en poco más de treinta horas, Nicolas Cannasse creó Evoland Classic, un juego de rol al más puro estilo nipón que mezcla con nostálgica habilidad los recursos jugables de los clásicos The Legend of Zelda y Dragon Quest. Después de haber quedado en el primer puesto del concurso, Evoland Classic ha sido jugado por más de trescientos mil usuarios a los pocos meses de haber sido concebido, diciendo mucho en torno a su acertado planteamiento.

 

En el presente enlace podréis probar la concepción original del citado Evoland Classic. A pesar de su palpable simpleza, Nicolas Cannasse fue capaz de resumir en un pequeño videojuego la evolución del entretenimiento electrónico, siempre y cuando asumamos la misma dentro de un género tan cerrado en sí mismo como es el RPG nipón. Así, en esta pequeña obra de arte pasaremos por diferentes estados que vienen a representar algunas de las pasadas generaciones por las que hemos pasado, yendo desde los gráficos monocromos, el movimiento bidimensional, el scroll de pantalla o la inclusión de distintos elementos característicos de los juegos de rol, como las monedas, los NPCs o los mismísimos enemigos.

 

 

Es en sí fascinante contemplar cómo los avances en la tecnología podían influir en mayor o menor medida en lo que es la jugabilidad. De manera sarcástica, Evoland nos muestra en uno de sus saltos evolutivos lo que es el 'leveling' al estilo Diablo, obligándonos a farmear dentro de un habitáculo matando monstruos para así llegar al nivel diez de nuestro personaje. La gracia del asunto es que, después de pasar un buen rato eliminando bichos de toda índole, el juego nos pregunta si realmente ha sido divertido ese momento... coincidiendo así en uno de los factores lúdicos más absurdos y repetitivos del mundo de los videojuegos en sí, y, a pesar de todo, aceptado de medio a medio sin resquemores de por medio.

 

Dejando de lado este Evoland Classic, aunque evidentemente tomándolo como referencia, los franceses de Shiro Games (estudio formado por el propio Cannasse y por el veterano Sebastien Vidal) han decidido darle grandeza a Evoland, haciendo acopio del feedback generado por la comunidad jugona para refinar la idea original y hacer del viejo prototipo un producto más grande y, por qué no decirlo, comercial. En sí la idea base va a ser la misma, pero el punto evolutivo va a tener un tope mucho más lejano, avanzando con ello no solo la jugabilidad y la tecnología, sino la propia historia.

 

Evoland 1

Haz clic en la imagen para jugar a Evoland Classic. Toda una experiencia de lo más gratificante.

Así, el nuevo Evoland tomará como punto de partida la historia de Evoland Classic, expandiendo la experiencia tecnolúdica hasta el punto de que, en su más avanzada capa, será capaz de sorprender a propios y extraños con sus estupendos gráficos y el acertado diseño jugable. Por supuesto, tendrán cabida todo tipo de ítems coleccionables, monstruos y final bosses, estilos de juego variados (desde la acción tipo Zelda hasta los turnos estilo Final Fantasy) y, finalmente, entornos tridimensionales.

 

Shiro Games lanzará Evoland a través de su página web, a la par que están trabajando en una versión para iOS. Están considerando prepararlo para otras plataformas como Android o la mismísima vía Steam, por lo que es factible que Evoland llegue lejos y acabe tocando el corazoncito de no pocos usuarios. Mientras, podremos catar de primera mano la primera parte del juego, disfrutando así de un nostálgico y coherente repaso por el avance tecnológico del ocio electrónico y, por supuesto, del progreso jugable en un género tan querido como es el de los juegos de rol japoneses. Más interesante imposible.

 


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