Evasión erótica con Oculus Rift

Videojuegos eróticos han existido desde el principio de los tiempos. Ya a mediados de los setenta, cuando la ficción interactiva daba sus primeros pasos (recuerden Colossal Cave Adventure), había quién se dedicó a formular a través de un gigantesco PDP-10 y programada en Fortran alguna que otra aventurilla picantona, donde a base de texto y mucha imaginación se conseguía motivar a más de una mente calenturienta.

Algo que difícilmente conseguirían cartuchos como Custer's Revenge o X-Man para Atari 2600, cuyos excesivos píxeles no hacían más que provocar socarronas risas. Y es que el erotismo en los videojuegos era algo por entonces bastante complicado de transmitir, cosa en la que se esforzaban en vano los realizadores de Samantha Fox Strip Poker, con la inglesa con más delantera de los ochenta intentando que subiera la temperatura de los Spectrum, Amstrad y demás microordenadores de la época. Algo que cambiaría gracias a sistemas como MSX2, Atari ST o Commodore Amiga, capaces de plasmar en pantalla potentes imágenes digitalizadas y, en consecuencia, mostrar en todo su esplendor los cuerpos serranos.

Mucho ha llovido desde que este concepto volviera a relacionarse con el videojuego de manera alguna. Una de las últimas esperanzas reside en el próximo Larry que el amigo Al Lowe está produciendo con supino esfuerzo, si bien el tratamiento aventurero del juego siempre ha concedido más peso al humor y, por qué no decirlo, a la jugabilidad que al mero hecho de excitar al personal. No obstante, puedo decir con conocimiento de causa que títulos como World of Warcraft son muy capaces de generar un rollito cuasi-siniestro entre jugadores, hasta el punto de haber constancia de relaciones de cybersexo a través del MMORPG de Blizzard.

El caso es que Oculus Rift se ha convertido en noticia por el anuncio de un videojuego erótico que hará completo uso del popular periférico. El título en cuestión se llama Wicked Paradise, y experimentara el uso de una narrativa interactiva repleta de sensualidad con la realidad virtual de las gafas más punteras del momento. En palabras de Van den Bosch, el jefazo por encima de este proyecto: «Ofreceremos el juego en un formato episódico, como en The Walking Dead, así tendremos distintas series que ofrecerán experiencias distintas. La serie inicial tratará sobre un hombre heterosexual, pero también ofreceremos series sobre una mujer heterosexual, así como temas gays, lésbicos y transexuales. Mi objetivo es crear experiencias eróticas en realidad virtual que todo el mundo pueda disfrutar».

Está claro que el erotismo en cualquiera de sus formas suele conllevar a al 'evasión', por decirlo de alguna manera. Qué tiempos aquellos que, siendo adolescentes, hemos estado a punto de ser pillados con alguna guarrerida española en las manos. Pues imaginaos la situación de tener puesto en la cabeza un cacharro sumamente inmersivo, hasta el punto de que ni vemos ni oímos lo que ocurre fuera, en el exterior. Yo solo de pensar en la escena del jugador a tope de excitación y con toda la familia alrededor... ¡pardiez! El próximo año sabremos con propiedad si se pueden dar estas situaciones o no.