¿Estoy guapo, cari? Creando personaje en Fallout 4

Seguimos de enhorabuena con la llegada de Fallout 4, y como sigo reticente a haceros spoilers, hoy me gustaría hablar de una de las grandes bondades de éste nuevo capítulo de la saga inmortal de Bethesda: El motor de creación de personaje. 

 

Estoy seguro de que la mayoría habréis visto mil veces el vídeo que lanzó la compañía en su momento, sin embargo hay todo un abismo entre ver en vídeo cómo funciona y poner las manos sobre los botones y trabajar tu mismo los rasgos faciales como si fueran de arcilla. Todo muy divino -en plan de Dios, no a lo comentario pijarrón- para el que al menos para mí es el mejor motor de creación de personaje que he visto nunca en una videoconsola. 

 

 

Barro en tus manos

Lo primero que llama la atención del gestor del personaje es lo bien que está implementado en el propio juego. Nada más empezar a jugar y darle al botón de empezar partida, vemos a un matrimonio mirándose al espejo en el interior de un cuarto de baño. Podemos elegir si queremos modificar a ella o a él -o a ambos, y ya luego elegir qué personaje preferimos-, y una vez ponemos ante el espejo al conyuge de nuestra elección, empezamos a trabajar. 

 

Debo decir que esta es una de las partes que más divertidas me resulta en un videojuego, y tras la decepción de los títulos anteriores de Bethesda, que siempre han fallado en este asunto, la forma en que lo han llevado a cabo en Fallout 4 es francamente genial: Elegimos a nuestro personaje, le damos el color de piel y la complexión que deseamos, y luego podemos ir seleccionando diferentes partes del rostro y elegir el tipo de rasgo que queremos dentro de un extenso catálogo y luego ir 'dándole forma con nuestras manos' hasta conseguir el rostro que deseemos. 

 

La forma es tan sencilla e intuitiva que es difícil hacerlo mal, y juento a los rasgos, el juego ofrece un buen número de tipos de piel que le dan más credibilidad a lo que estamos haciendo. Ya lo decía Isaac Asimov en el relato de El Hombre Bicentenario: Lo que da realismo a un rostro son las pequeñas imperfecciones, y el catálogo de Fallout 4 viene con pecas, arrugas, arañazos, deterioro de la piel, cicatrices, bolsas y ojeras suficientes como para tener atareada a una chica Clinique durante toda una temporada de contratos. 

 

 

¿Estoy guapo, cari?

Sin embargo, y a pesar de que el gestor es genial pero un poco raro al ir cambiando de rasgos delante del espejo por ciencia infusa, lo que más me ha gustado a nivel personal es la charla que tienen los conyuges mientras vas jugando con sus rostros. Una conversación de marido y mujer, de pareja de enamorados, en la que no faltan los 'bueno, termina ya que me toca a mí', 'Siempre me ha gustado tu barbilla' o 'me encanta cómo te maquillas'. 

 

Junto a esta conversación están los piropos, y fijo que más de uno te hace soltar una carcajada, como cuando la mujer dice 'Ole ese marido guapo ahí' o el hombre susurra 'Me enamoré de ti por tus ojos', un extra en el gestor de creación de personaje que no resulta superfluo en absoluto y que nos demuestra la relación que existe entre ambos personajes, sirve de relajada introducción al juego, hace ostentación de todo lo que han sabido mejorar y que tiene su efecto tanto en el bebé que espera en la cuna, que será una mezcla de ambos, como en el juego en sí, que esta vez muestra más la cara de nuestro personaje y le da importancia a su rostro y rasgos. 

 

En definitiva, el motor de creación de personajes es la tarjeta de visita, el cartel de entrada a Fallout 4, y os aseguro que os fascinará y os tendrá retrenidos más tiempo del que os gustaría reconocer. 

 

¡Nos leemos!

<< Anterior Siguiente >>