1. Mundogamers
  2. Noticias

Estas navidades regalaos Super Mario Bros. The Lost Levels

Un gran olvidado, un gran experimento
Por Adrián Suárez Mouriño

Hay un videojuego de Mario que es posible que pocos hayáis jugado, se trata del segundo Mario diseñado por Shigeru Miyamoto: Super Mario Bros: The Lost Levels. El título está de oferta en la eShop, os recomiendo pagar los 3 euros y medio que cuesta y aceptar el reto de superarlo.

 

The Lost Levels es el primer resultado de la investigación de Miyamoto de crear una nueva capa de experiencia jugable sobre la primera. Al terminarnos Super Mario Bros, el original, podemos repetir la aventura siendo esta más difícil, pero es The Lost Levels la auténtica expresión de ese deseo de Miyamoto de aprender primero y darle al jugador retos más y más difiíciles. Y este juego lo es.

 

Este título, que tanto tardó en llegar a nuestras fronteras por ser considerado demasiado difícil para los occidentales, es una endiablada gymkana de saltos ajustados y también realizados en espacios mínimos. Miyamoto abusa de la disposición de enemigos en lugares inverosímiles, añade fases en las que el viento afecta a nuestro salto y un buen número de muelles que nos sacan fuera de la pantalla, y unas mazmorras de final de nivel muy puñeteras y laberínticas. Todo eso le permite al desarrollador exprimir a su personaje, tanto que consigue acabar de pulir el fabuloso salto que diseñó para el primero.

 

 

Es decir, no merece la pena jugar a Super Mario Bros: The Lost Levels solo porque queremos jugar a un Mario difícil, sino por encontrar a ese Miyamoto artesano que ofrece retos complicados para obligarse a darle al jugador más opciones para superarlos. Incluso se atreve a frenar al fontanero una vez, ponerlo frente a frente con un muro que no puede superar y obligarle a buscar casetones invisibles, ocultos a simple vista y que consiguen diseñar un pequeño puzzle basado en el escenario.

 

Aunque Super Mario Bros: The Lost Levels sea conocido, casi, casi como una copia del primero pero más difícil, yo os pido que juguéis a él y que veáis esa reflexión jugada que ha hecho Miyamoto a finales de los 80 sobre las acciones primigenias de su personaje. Además, jugarlo en 3DS os permitirá hacer guardados rápidos y cargar la partida cuando queráis, lo que sin duda relaja mucho el endiablado nivel de exigencia que encierra el título, permitiendo de paso investigar en él a placer y sin miedo.

 

Estas navidades, regresad a Mario, a uno de los juegos que menos se ha sabido valorar por entender a priori qué se escondía realmente tras esa maldita dificultad.


<< Anterior Siguiente >>