¿Están perdiendo su esencia las videoconsolas?
Ha sido una generación de muchos juguetes, de hacernos comprar cacharros ridículos para luchar por marcar las diferencias entre sistemas. Kinect iba a ser la pera, pero nada como el Move, aunque el Wii Motion es la auténtica clave. Un juego en 3DS es único, una experiencia totalmente distinta; aunque claro, nada como un Vita por sus capacidades táctiles y su pantallón. Sí, muchas cualidades que diferencian un sistema de otro pero, al final, todo han sido paparruchas. En una generación en la que las consolas han luchado por ser tan diferentes han terminado siendo todas la misma. Los juegos en los que había que mover un instrumento se han esfumado. La pantalla 3D de la portátil de Nintendo ha demostrado que es una mera opción, y hasta la OLED de Vita se ha bajado del bus.
Para rematar la jugada, la batalla entre las dos nuevas, entre Xbox One y PS4 se ha centrado en convertirse en lo mismo, en la misma máquina con las mismas prestaciones. Una lucha encarnizada de “si tú haces eso, yo también”, “si tú te quitas esa funcionalidad para no dar miedo, yo también”. El mensaje se complica en simplificarse en lugar de perseguir una sencilla complicación.
Una realidad que han puesto de manifiesto los propios juegos. ¿Ha cambiado algo Resident Evil Revelationes en su traslado a sobremesas? ¿Le va a suceder algo a Assassin´s Creed Liberation ahora que se transformará en Liberation HD? (Sinceramente, creí que en la Vita ya era HD, deberían llamarlo Super HD o algo así, ¿no?). Todos los dispositivos avanzan hacia lo mismo, a ser la misma plataforma ¿y que es una videoconsola sin cualidades propias? Sí, todas corren a transformarse en un PC. No han sido capaces de sacar partido de las particularidades que ofrecían en un principio. Lo lógico sería que un título salido en 3DS nunca pudiera funcionar fuera de él, pero no es así. Entonces ¿para qué vale tanta fanfarria?
Los móviles también se han apuntado a la fiesta y, para bien o para mal, se están convirtiendo en mejor portátil que las propias portátiles. Square Enix lo sabe y ha invocado a Agito para Iphone y Android, en Japón. Título que tuvo su su cuna en dichas plataformas pero que al final gateó y corrió en PSP. Vuelta al redil, amigo.
Mirad cómo avanza la tecnología en videojuegos: La lógica acaba rechazando los cacharros inútiles (Adiós, kinect, gracias por ese Dragon Ball) y convierte a las máquinas en mero soporte para los juegos. Uno se acaba imaginando un futuro en el que las propias videoconsolas son rechazadas por su propia inutilidad, y las portátiles también. El anuncio de Sony sobre el juego remoto por toda la casa da pistas. Y no sobre la propia PS4, sino sobre un futuro con un PC siempre conectado en casa capaz de hablar con tablets y televisores, tanto del hogar como de otros al abandonar nuestra casa. A través de él jugaríamos a distintos juegos a la vez, como abrir distinas ventanas si tú y tu hermano queréis echar partidas diferentes en un mismo instante.
Las videoconsolas están perdiendo ese componente experimental. Están descubriendo que los artificios que las adornan son sólo trucos de magia que aburren cuando se descubre el engaño. No hay juego únicos para una determinada videoconsola. No hay videoconsolas únicas. Sólo cajas, ¿se acabarán transformando las propias consolas en insuficientes kinects? ¿Qué son sino la PS4 y la Xbox One?
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