¿Está agotada Dragon Ball en materia de videojuegos?
Dragon Ball ha sido un manga muy prolífico a lo que a videojuegos se refiere. Las versiones pixeladas de la obra de Toriyama nos alegraron la infancia durante la era de los 16 bits con los Super Butouden. Incluso los usuarios de Mega Drive flipamos con el más humilde L´appel du destin. Dragon Ball es una licencia muy agradecida para producir interesantes juegos de lucha: los personajes son vistosos, vuelan y lanzan bolas de poder enormes, todo ello sumado a que Son Goku es un miembro importante de nuestras vidas. Cualquier cosa que llega de él nos produce curiosidad y calor en el corazón.
Pese a que tuvo varios títulos entre los 16 bits y la era gobernada por la PS2, lo cierto es que fue con ésta y los Budokai cuando Dragon Ball volvió verdaremamente a las videoconsolas. Los tres títulos ofrecían fan service, pero también un sistema de combate muy agradecido y vistoso. ¿Pero qué ha sucedido desde entonces? Pues un “bluff”. Los Burst Limit no acabaron de cuajar y esa cosa que salió para Kinect nos hizo en el coco lo mismo que Freezer le hizo a Namec.
Actualmente se está cociendo un nuevo título de la franquicia: Dragon Ball Z Battle of Z y no está generando los mejores augurios. Para empezar, no se aprecia el mimo gráfico que Goku se merece y que sí han recibido otros títulos basados en una licencia de manga. Éste detalle no es baladí, porque al no destacar con respecto a los anteriores salidos para las actuales consolas, nos impiden sacudirnos la sensación de “otro más no, por favor”. Luego está el combate en sí. En principio, la idea de hacer batallas multijugador no es mala pero centrar el juego en el online, en lo competitivo, nos hace preguntarnos cómo de bueno será el sistema de combate.
Para que alguien decida aprender e invertir su tiempo en seguir mejorando en un juego de lucha, sus peleas han de ser exquisitas y el jugador ha de ser un tipo entregado. ¿El que se compra un título de Dragon Ball es un fan de los juegos de lucha? ¿Cuántos hay de ellos para que las salas del online estén a rebosar sin tener que esperar una eternidad para luchar? Esta disfunción le pasará factura, y es un síntoma inequívoco de que la marca de Toriyama ha perdido el norte en el mundillo de los videojuegos. No puedo sino pensar que Battle of Z es un golpe dado a ciegas, un "a ver qué pasa". Es cierto que el nombre de Dragon Ball está tan usado que es muy difícil hacer algo nuevo sobre él, pero insistir en la fórmula que funcionó con Budokai, retorciéndola e intentando actualizarla, no funciona.
Sobre esto, resulta imposible no fijarse en CyberConnect 2 y en el excelente trabajo realizado con Naruto, así como la excelente revitalización del viejo JoJo, reciente ganador de un 40/40 de Famitsu. La marca Dragon Ball debería hacer parón y cuenta nueva, cambiar de manos y reflexionar; por supuesto, yo y muchos firmábamos para que se la llevaran los de Hataka. El problema que, a priori, deja entrever Battle of Z es no saber decidir si quiere ser fan-service o competitivo, si quiere entregarse a los que coleccionan figuritas o a los que además se compran un stick y dedican diez horas a dominar a un personaje. Estando el primer grupo más que servido, éste sería un buen momento para hacer lo que se ha realizado con JoJo´s Bizarre Adventure Ultimate Battle: producir un título que sea un auténtico 1vs1 revienta onlines, sacudiéndose, de paso, cualquier semejanza con Budokai o Burst Limit. Regresar a la estructura 2D sería una opción y de agradecer, adornándolo todo con los artificios propios del anime: kames enormes y combos que te mandan a China de un guantazo. Y sí, haciéndolo con un estilo fresco y bonito, que hace falta.
Veremos mucho más juegos de Dragon Ball en lo que nos queda de vida, pero ha de venir alguien a desatascar la marca, analizarla y darle el mismo empujón que Rocksteady le dio a Batman. Si no, que la dejen morir ya, que Goku ya está muy resucitado.
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