e-Salud: videojuegos que curan

Yo siempre me he considerado una persona a la que le ha venido bien eso de jugar a los videojuegos. Me ha dado momentos muy buenos, historias cuya resolución me han colmado de felicidad, retos superados que ciertamente realzaban mi autoestima... En definitiva: ni la muerte de Aeris fue capaz de deprimirme. Pero que lo diga yo puede no ser tan significativo como la palabra de los investigadores de la Universidad de Carolina del Norte.

Allí se ha realizado un estudio centrado en personas mayores de 63 años, habiendo participado 140 individuos que se dividían en dos grupos: un 35 por ciento que jugaba como poco una vez a la semana y un 61 por ciento que lo hacía de manera ocasional. Así, los investigadores llegaron a la conclusión de que el grupo de personas que juega a los videojuegos ganan a nivel emocional un bienestar ciertamente reseñable, por contra de aquellos que se mantienen ajenos a nuestro mundillo, que terminan teniendo la depresión al alcance de su mano. Así lo dice el doctor Jason Allaire:

La investigación sugiere que existe un lazo entre jugar, el bienestar y un mejor funcionamiento emocional. Actualmente estamos planeando algunos estudios para determinar si jugar también mejora la salud mental en las personas mayores"

Y me lo creo. Pensaba en que en este universo uno conoce a todo tipo de gente peculiar; personas que se mueven por la vida con la acritud por bandera, paranoicos cuyo único contacto social tiene forma poligonal, solitarios en su máxima expresión... Y debo decir con convencimiento que el videojuego, lejos de formar parte de un factor pernicioso que contribuya a su alienación, aporta un estimulante factor felicidad que sería muy difícil de ver en ellos de otro modo. Es más, resulta alucinante cómo establecen relaciones útiles gracias al ocio electrónico en las que, como se pueden ver en las redes sociales o en cosas como el MiiVerse, ayudan y son ayudados por otros compañeros virtuales. Por no decir que, gracias a las aventuras vividas, a los desafíos superados, se sienten realizados como pocas veces podían sentirse más allá de la pantalla.

Ya el hecho de que se haya demostrado una probada utilidad de cara a las personas mayores, ciertamente propensas a padecimientos relativos a depresiones, me parece una genialidad. De manera paralela a la eficacia de los videojuegos convencionales, me gustaría hablar del factor e-Salud, que alude a la práctica de cuidados sanitarios apoyada en tecnologías de la información y las comunicaciones. En este sentido, se están empezando a usar videojuegos pensados para estos fines, con objetivos terapéuticos, informativos, etc. Es en sí un objeto paralelo al concepto serious-games pero aplicado al cien por cien a la medicina, y atentos, porque es un campo en el que se están logrando grandes avances a base de insertar en nuestras vidas todo tipo de matices de ludificicación.

Pensamos en nuestros juegos de fútbol, en los one vs one, en las aventuras, los shooters... pero amigos, ¿no os parece genial que los videojuegos lleguen más allá? Creo que es maravilloso que nuestro divertimento particular haya conseguido evitar algún que otro mal en términos de salud... maravilloso. Y lo que nos queda por ver.