¿Es bueno para Nintendo prescindir de los clásicos en su salto a los móviles?
Nintendo no tiene intención de lanzar sus clásicos en teléfonos móviles por motivos que residen, exclusivamente, en la forma de controlarlos. Algo que jamás ha importado en territorio de Sega, Capcom o SNK Playmore pero que en Kioto quieren evitar, en la medida de lo posible, para no tener experiencias pobres a causa de la plataforma y no del producto. No hace más que hablar del compromiso de la firma con su legado, qué duda cabe, pero no puedo evitar pensar que están cerrando una puerta importante tras la presente decisión.
Se supo a mediados de la década pasada que todo un Super Mario Bros. 3 había conseguido vender más de un millón de unidades descargables tras el estreno de la Consola Virtual de Wii. ¿Quién se habría atrevido a vaticinar tal éxito casi dos décadas después? Resulta imponente el trabajo que hicieron en Nintendo sin trabajar demasiado el terreno y sin ofrecer un precio excesivamente competitivo, de ahí que presentar esas propuestas jugables de antaño en el campo del teléfono móvil no me lleva más que a pensar que hay sitio para convertir en millones de unidades a clásicos como Super Mario Bros. o la nombrada tercera parte.
Si de algo sabe Nintendo es de vender accesorios. Viendo más posible una unión de Kioto con Silicon Valley en Apple, ¿qué habría impedido a Nintendo lanzar una gama de mandos compatibles con teléfonos y tabletas emulando los controles de antaño? Seguramente recordaréis el revuelo causado por la aparición de esos mandos clásicos en el territorio de Club Nintendo y el catálogo de estrellas: ¿Sonaría descabellado llevar a la compatibilidad de sus juegos la compra de un mando de NES o Super Nintendo que funcionase mediante bluetooth? Vale la pena recordad que en China eso ya se está haciendo, y que en las oficinas de Iwata no ven un céntimo por ello.
Entiendo que DeNA tendrá potestad sobre las marcas de Nintendo y dudo que alguien pueda pensar que el control creativo no recaerá por entero en los designios de los creadores de Mario. Sin embargo, me parece surrealista que no se vaya a sacar partido a la librería de Game Boy, NES y Super Nintendo; si bien Nintendo 64 y Game Cube pueden correr por otros fueros, la biblioteca de 16 y 8 bits tendría un lugar de excepción en las respectivas tiendas digitales a poco que los japoneses quisieran hacerlo. Dudo, además, que las conversiones sean de la dudosa calidad que otras firmas hacen con sus clásicos: cuando Nintendo trae algo de vuelta, hola Majora's, lo hace a lo grande.
Creo que todos estamos ansiosos por ver el resultado y los primeros pasos de la empresa a los mandos del nuevo territorio. No sé cuánto deberemos esperar para ver caminar a la firma en la nueva frontera, pero si han decidido lanzarse es por tener el poder de sentar nuevas bases en el jugoso mercado. Tiempo al tiempo.
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