¿Es 2018 el año del adiós a 3DS?
Entre los estrenos de enero, los juegos con fecha y los títulos confirmados para 2018, Nintendo 3DS cuenta con poco más de cuarenta novedades para este año. Es menos de un tercio de lo que se estrenó el anterior, doce meses en los que la portátil no aflojaba, una cifra -la actual- de la que la mayoría de esas decenas son títulos de poco calado mediático. En retrospectiva, 2017 empieza a verse como su colofón, la traca final antes de la despedida. La última portátil pura que presentó Nintendo, la última de Satoru Iwata, se podría estar jubilando. Son palabras mayores.
Lo más destacado que está por salir son siete juegos. Por un lado está SteamWorld Dig 2, disponible el próximo día 22, ese experimento llamado Detective Pikachu, Persona Q2, Dragon Quest XI, Monster Hunter XX y, después de estrenarse ya en japón, The Great Ace Attorney 2 y Yo-Kai Watch 3. Sigue siendo una selección con nombres importantes pero es evidente que la cosa empieza a decaer, aunque sea dignamente.
No sería justo establecer una escala de mejores o peores, aun así es fácil notar que Nintendo puso más empeño mediático en obras como Metroid: Samus Returns, Kirby’s Blowout Blast, Fire Emblem: Shadows of Valentia, Hey! Pikmin, Dragon Ball Fusions, Monster Hunter Stories y, por encima de los demás, Pokémon Ultrasol/Ultraluna, una edición que irónicamente también se concibe como la despedida de la franquicia con respecto a las portátiles.
3DS sigue teniendo presencia en 2018, un mérito absoluto si recordamos que se estrenó en 2011, y además en su última etapa ha seguido brindando estrenos dignos de aparecer en los GOTY. La sobremesa de hoy pagaría por tener un ciclo de vida tan largo y tan bueno. De hecho, es un sistema que ha cometido muy pocos errores en el suyo. Los más sonados han sido unos 250€ de lanzamiento que pagó y pagamos con un mal inicio (los que tengáis el título de Embajador Nintendo me entenderéis), una versión New con catálogo exclusivo que nunca terminó de despegar -y que además venía sin cargador en las versiones XL- y un 3D estereoscópico, el anzuelo comercial en su momento, que ha terminado quedando en algo poco más que anecdótico; hasta la compañía ha pasado del tema con el lanzamiento de 2DS.
El legado de 3DS será extenso, tanto que merece un artículo aparte. No dudo un instante en posicionar su catálogo como el más completo y bueno que ha tenido jamás una portátil, algo que parecía imposible viniendo de Nintendo DS. Ahora con Switch, su heredera espiritual, nos espera un futuro con una compañía dividida entre este híbrido y los móviles. No sé qué saldrá de ello, pero tendrá que ser más que bueno para superar a la consola del 3D, una máquina que poco a poco se va despidiendo.
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