En defensa de Ouya
Ouya. No voy a volver a hacer una broma sobre lo horrible que es el nombre pero voy a volver sobre ella porque Eurogamer le ha arrancado a Julie Uhrman, principal responsable del proyecto, varias declaraciones interesantes en defensa del que algunos ya consideran el nuevo Mesías de la industria.
En dichas declaraciones, Uhrman pone freno al principal temor que ya ha aparecido por foros de Internet: la piratería. "Vamos a hacer una consola que sea tan segura como cualquier dispositivo Android. Tendremos un sistema de autentificación en los servidores de Ouya. El hecho de poder hackear el dispositivo no va a significar que se puedan piratear los juegos".
El hecho de que no se haya mostrado una versión de Minecraft funcionando en dicha máquina, pese a que se ha anunciado, es otro punto candente. "No, no hemos probado Minecraft en Ouya. Pero Mojang nos ha asegurado que si nuestro sistema es tal y como lo hemos descrito, sus juegos estarán ahí", asegura.
El colmo de los colmos llegó hace unas horas cuando la propia Urhman declaró que, además de Kickstarter, están buscando vías de financiación alternativas. Que, de hecho, el crowdfunding no ha dejado de ser una vía para mostrar a los inversores que hay una demanda y un público potencial detrás de una apuesta como esta. La rectificación, y consecuente bajada de pantalones, no ha tardado en llegar y Uhrman se ha quedado tan a gusto al decir que su "prioridad" es la comunidad de Kickstarter y que una vez se acabe la colecta su intención es ponerse manos a la obra con la nueva máquina.
Las palabras de Uhrman suponen, en algunos casos, una pillada en toda regla. En otros, no dejan de ser una muestra de cómo esta industria sigue siendo muy inocente a la hora de abordar ciertos temas. Que te pillen diciendo que lo Kickstarter es una vía de financiación más para desmentirlo al minuto suena a cierto presidente de Gobierno repitiendo hasta la saciedad que no va a subir el IVA... hasta que Bruselas se lo ha impuesto. Y que el equipo no haya probado Minecraft en la consola es una reacción muy naïve cuando es de cajón que la prensa va a preguntar por ello.
En una semana Ouya está pasando por todos los estadios de una buena montaña rusa. De la expectación inicial ha pasado al sorpresón por la recaudación, la admiración y la ilusión de un buen porrón de gamers convencidos de que el futuro estaba ahí y ahora comienza a vislumbrar las primeras muestras de escepticismo. Sigo creyendo que la idea de Ouya es interesante, pero todavía nos queda un buen trecho hasta saber qué producto llegará al mercado, en qué condiciones y con qué cartera de juegos bajo el brazo.
<< Anterior Siguiente >>