1. Mundogamers
  2. Noticias
  3. PS3

En The Last of Us, ¿Joel es más feliz antes o después de la pandemia?

Un mal peor que el cordyceps
Por Adrián Suárez Mouriño

Algo que me gusta de The Last of Us es Joel y lo diferente que es en 2013 y al comienzo de The Last of Us Parte II, más de 30 años después. Tranquilos, este es un artículo sin spoilers, así que podéis leerlo sin miedo si os habéis terminado el primero.

 

Cuando controlamos a su hija Sara al comienzo del original, Joel no es feliz. Tiene a su hija pero no la valora en toda su dimensión, solo se preocupa de su trabajo, de pagar las facturas y poco más. Su habitación está vacía, no hay nada más que una televisión apuntando a la cama. No es feliz. El motivo es que trabaja en la construcción, y en 2013 la crisis conocida como La Gran Recesión dejó sin trabajo a mucha gente de este sector. Los que siguieron adelante lo hicieron a duras penas.

 

Joel es una víctima más del capitalismo, de los cambios en la bolsa y de la precariedad laboral. Años más tarde, el sistema se derrumba por la pandemia, el dinero no vale absolutamente nada y solo importa la ley del más fuerte. Tras toda la aventura vivida en The Last of Us llegamos a su secuela. La civilización comienza a ordernarse en pequeños núcleos urbanos y no reestablecen el empleo del dinero. Ni se les ocurre, se burlan de él.

 

 

En lugar de eso, en la propia comunidad se asignan tareas que se cumplen y se reparten entre todos los beneficios de su trabajo. Cada uno tiene una casa y viven ya sin las preocupaciones y el estrés del capitalismo. Si entramos en la casa de Joel, veremos que ya no hay una televisión encendida dando noticias, sino películas de cine y espacio para sus aficiones y para disfrutar.

 

Joel es feliz al comienzo de The Last of Us Parte II, mas que viviendo con su hija en 2013. Sonríe, se esfuerza, vive con su hermano y en comunidad. No tiene teléfono móvil, telediario ni un trabajo agobiante al que atender. En realidad, hay una potente lectura en esta comparación: el capitalismo es un virus más duro y letal que el propio cordyceps. Del cordyceps se sale, pero, ¿qué nos dice ese Joel de 2013 que le pasa al hombre viviendo en la actual situación del mercado laboral?

 

Sin sueños ni esperanza, el Joel de 2013 nutre a su hija de ella, de deporte, de libros, de música… Porque él está vacío. Solo cuando él se siente libre vuelve a llenarse de felicidad. Cuando volváis a caminar por la casa del Joel de la segunda parte, hacedlo comparándola con la del primero. Da que pensar.


<< Anterior Siguiente >>