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En retrospectiva... ¿dónde queda la fama retro del PC?

Una máquina profesional
Por José Manuel Fernández "Spidey"

Cuando miramos atrás para contemplar lo que ahora llamamos 'escena retro', siempre nos fijamos en los inicios de Atari, en los primigenios movimientos de Sega y Nintendo, en las computadoras de ocho bits que promovieron la famosa «edad de oro del software español», en el Amiga, en Sonic el erizo corriendo por los circuitos de Megadrive, en el 'cerebro de la bestia'... Y sin embargo, en el olvido parece quedar la que en sí es la plataforma más longeva en activo de todas las que hasta ahora han existido: el PC.

 

Resulta curioso que de los compatibles PC parece que solo se sabe mencionar en términos de clásicos las aventuras gráficas de LucasArts y alguna que otra de Sierra. Es como si no hubiera nada más atrás de estas grandes máquinas, justo cuando verdaderamente albergan una historia de lo más curiosa, por no decir que en España tuvo como plataforma una repercusión digna de mención, con un buen número de títulos lanzados en los ochenta para la arcaica circutería diseñada por IBM.

 

La mítica Abadía del Crimen (Opera Soft, 1987) se vendió bastante bien en su versión MS-DOS

No obstante, cabe decir que el PC fue otra de las presencias que, por decirlo de alguna manera, salvaron la industria del videojuego en los Estados Unidos tras la gran debacle de Atari. Siempre a la sombra del más que aceptado Apple II (por no hablar del exitoso Commodore 64), el sistema operativo MS-DOS vio nacer multitud de series que hoy día son veneradas, con compañías como Accolade, Electronic Arts o Epyx dando lo mejor de su catálogo para lo que verdaderamente era una máquina poco preparada para el ocio electrónico.

 

Está el factor de que aquel que tenía allá por los ochenta un PC en casa no era precisamente porque quería disfrutar de los videojuegos. Se trataba de una herramienta que, si estaba en algún hogar, sería por la circunstancia de que algún familiar lo usaba para trabajar. El jugar se quedaba pues en un accesorio con pocos recursos, debido en gran medida a que la arquitectura de los compatibles de la época no estaba en absoluto orientada a mostrar gráficos coloristas, mover sprites o generar sonido más allá del molesto beep del altavoz de sistema.

 

Juegos como Game Over (Dinamic, 1987) eran prácticamente un calco de sus homónimos en Spectrum.

Sin embargo, muchas casas eran conscientes del mercado en potencia que tenían ahí, algo que iba más allá del entorno friki tan en boga hoy pero ya existente en los ochenta. Pero el objetivo estaba en tentar a los más jóvenes del lugar a eso de anclarse en el ordenador de sus padres con el ávido fin de tener en sus manos lo último en tecnología... lo que vendría a ser el sueño de cualquier niño. De ahí a que compañías españolas como Dinamic u Opera Soft decidieran sacar gran parte de sus lanzamientos en estas máquinas, pudiendo contemplar clásicos como Game Over, Livingstone Supongo o La Abadía del Crimen corriendo en las vetustas arquitecturas de los 086 con sus CGA, el primer estándar gráfico en color (a lo sumo cuatro simultáneamente) para PC.

 

Y es que siempre nos ponemos a citar a los Spectrum, Amstrad y MSX cuando hablamos del desarrollo español en sus orígenes, y siempre olvidamos el importante peso que tuvieron los 'personal computer' en los inicios de esta industria. Los más viejos del lugar pudimos ver la metamorfosis del PC en una máquina de jugar; primero con la llegada de los gráficos EGA, y luego con los 256 colores simultáneos de VGA y el sonido SoundBlaster, muy capaz de codearse en cuanto a calidad de desarrollos con ST y Amiga. Cuando llegaron las consolas de 16 bits y las computadoras de Atari y Commodore cedieron ante la piratería, el PC se coronó el rey del cotarro, momento en el las famosas aventuras de Lucas, los King Quest y PC Fútbol se convirtieron en nombres absolutamente familiares para todos los jugones.

 

pcsystem

Hoy pedimos sesenta imágenes por segundo y gráficos HD. Ayer, la monocromía en los gráficos era algo bello...


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