En Assassin's Creed 4 trabajamos para Abstergo

Una de las razones por las que Assassin’s Creed es tan perfecto para una serie anual incombustible es que como, irónicamente, su protagonista es un personaje secundario de su propia historia, Ubisoft podía seguir sacándose antepasados de la manga y hacer un Assassin’s Creed ambientado en el Paleolítico. Sin embargo, Assassin’s Creed 4 ha llevado a otro nivel esa ambición de buscar excusas para seguir porque ahora, damas y caballeros, Desmond se ha vuelto innecesario ¿por qué?

Porque en Assassin’s Creed 4 seremos un trabajador de Abstergo.

Sí, lo habéis leído bien. En la presentación que hubo hace poco de Ubisoft a un periodista se le ocurrió salir por algún motivo del Animus y descubrió el misterio. Investigando, esto es lo que sé de momento: primero, somos una persona que ha sido contratada por Abstergo Entertainment. Abstergo, siendo la compañía de poder internacional que es, tiene muchísimos contactos, y esta es una filial que se dedica a hacer videojuegos. Es más, en el canon de la serie Abstergo ha ayudado a Ubisoft a desarrollar Assassin’s Creed 3. Segundo, no somos los únicos que está haciendo esto. Explorando por las oficinas hay otros trabajadores que están jugando a Assassin’s Creed 4. Además hay panfletos y libros oficiales de Assassin’s Creed, así que tercero, esto sí que se desarrolla realmente en nuestro mundo y está hilando todavía más fino. Cuarto, el Animus ahora son unas gafas de realidad virtual: nuestro trabajador, cuyo nombre he olvidado porque no se me dan muy bien los nombres (por mucho que os cueste creerlo, es la pura verdad), entra en el Animus con la misma facilidad con la que se pondría el Oculus Rift, así que el proceso que destruyó psicológicamente a Desmond y requería todo un equipo de técnicos manteniendo y supervisando a una persona en una silla de alta tecnología ahora es algo que podemos hacer tú y yo si queremos. Y ya que estamos, quinto, Desmond ya no es necesario. Como se explica en uno de los documentos que se pueden ver recorriendo las oficinas de Abstergo, ahora se puede acceder a la memoria genética de cualquier sujeto del que se tenga una muestra. Esto quiere decir que no sólo se abre la puerta de Desmond, sino la de absolutamente cualquiera que se les ocurra, para seguir desarrollando esta saga hasta el infinito.

Oh, y para los que todavía estéis interesados en este juego, sexto, las oficinas de Abstergo tendrán su propio arco argumental y se exploran en primera persona como si estuviéramos en Silent Hill 4: The Room. Hay varios pisos y habitaciones por descubrir, pero se necesitan distintas acreditaciones para visitarlas, así que el juego limitará nuestra investigación igual que lo hacía, por ejemplo, Metal Gear Solid. Además, según se avance en la historia, se podrán conseguir figuritas para poner en nuestro cubículo.

Mirándolo fríamente, este es un giro interesante para la saga. Como ya habíamos visto en La Hermandad, los templarios estaban entrenando a sus soldados con el Animus, y ahora que no disponen de Desmond, tienen a todo un equipo de desarrolladores para investigar sin rechistar lo mismo que él habría explorado en largas sesiones en contra de su voluntad. Con todo, la saga parece seguir sabiendo cómo mantener un cierto interés en su trama real.