El pixelado genio de Locomalito
Locomalito es un joven malagueño de treinta años que se dedica al diseño gráfico. Sin embargo, en sus ratos libres, su principal afición es la de darle al teclado para traernos unos juegos que son pura delicia. Lo que empezó siendo un curioso paseo por las posibilidades del programa GameMaker, terminó convirtiéndose en un trabajo cuya remuneración es la de saber que su obra atrapa y divierte a los usuarios… porque, aunque acepte donaciones, Locomalito no vende su obra: los ofrece totalmente gratis. Un osado movimiento de un astro que no considera esto de programar videojuegos un trabajo, sino un hobby por el que no se ata a nadie, considerando así el imprimir toda su alma en cada uno de los desarrollos que salen de su mano, sin tener que rendirle cuentas a propios y extraños.
Su amigo Gryzor87 es el compositor de todas las bandas sonoras de sus juegos, y con sus partituras ha logrado hacer ver que es también un auténtico apasionado de los viejos tiempos videojueguiles. Desde la banda sonora de Hydorah, repletas de sintetizadores y ritmos electrónicos, hasta las composiciones de Maldita Castilla, con tonadillas y sonidos que imitan de manera espectacular el sonido del Yamaha YM2203, al más puro estilo de las viejas máquinas arcade… no hay juego de Locomalito en el que Gryzor87 no haya impreso su particular sello de calidad.
Locomalito ha “publicado” hasta ahora seis maravillosos juegazos, los cuales homenajean a su manera distintos lapsos de la historia de los videojuegos. Su ópera prima fue 8bit Killer, donde a través de una metodología lúdica cercana a la de Wolfenstein 3D y similares lograba imprimir todo el espíritu de los viejos juegos de NES. Este, su primer experimento con GameMaker, le llevó a ir más allá de la sencilla programación orientada a objetos que ofrece este parser para adentrarse en la más compleja codificación sobre el mismo esquema, posibilitando así el hacer desarrollos más trabajados y complicados.
Hydorah, por ejemplo, es el matamarcianos con el que siempre había soñado Locomalito, gran fan de Gradius, R-Type y compañía. Posiblemense te trata de su juego más famoso, y no es de extrañar, puesto que se trata de un arcade de tomo y lomo que bien podría estar entre lo mejorcito de la galáctica saga de Konami. Por otro lado, es capaz de homenajear a los clásicos de Spectrum con L’Abbaye des Morts, una videoaventura con un estilo entre Sir Fred y Temptations. Viriax es un experimento de lo más particular, una especie de matamarcianos plataformero ambientado en el interior del cuerpo humano… puro vicio de lo más bizarro. Espectacular es el lanzamiento de Verminest, un homenaje a Galaga tan impecable como adictivo. Y por último, está la reciente aparición de Endless Forms Most Beautiful, un remake de un plataformas para Spectrum realizado en el Reino Unido en este mismo año. Qué cosas, ¿verdad?
Lo que nos espera de Locomalito llegó a finales del pasado año en forma de demo, con un Maldita Castilla que pretende homenajear a clásicos como Ghost’n Goblins, Black Tiger o Tiger Road. La fase que pudimos probar (y que vosotros también podréis probar desde la web oficial) nos dejó con la miel en los labios… y no es de extrañar, puesto que verdaderamente parece haber salido de las factorías de Capcom de la época. Y es que es increíble que un muchacho como es nuestro hombre sea capaz de captar tan a la perfección la esencia de juegos y géneros tan dispares como aquellos a los que homenajea. Y encima, por amor al arte… No es de extrañar que entre mis conocidos este particular personaje sea reverenciado y admirado constantemente.
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