1. Mundogamers
  2. Noticias

El videojuego como servicio: ¿Están preparadas las compañías?

El mercado está cambiando porque necesita cambiar
Por Rafa del Río

El debate está ahí desde la anterior generación: ¿Dejarán los juegos de existir como producto? ¿Estamos listos para ver los videojuegos como servicio? Desde 2010, y mucho antes si me apuráis, diversos gurús han apostado por uno u otro extremo. Por llegar, han llegado a prever una Xbox One que vendría con conexión a televisión de pago y costaría un puñado de chapas, el fin de las consolas para 2013, o que el formato de Wii sería el imperante en el futuro. El resultado es que pocos, muy pocos fueron los que entendieron el mercado como una mezcla de vertientes y los que optaron por una media parte a la hora de hacer sus cabañuelas. ¿Cambiará el mercado del videojuego para convertirse en un servicio? Para responder a esto basta con que nos hagamos una pregunta mucho más sencilla de responder: ¿Están preparadas las compañías para convertir los juegos en un servicio?

 

destiny 2 8

 

Juegos sociales y para móviles

Hay que remontarse al boum de los juegos sociales a un poco antes de princicios de década para entender uno de los factores que propiciaron esta nueva forma de ver el mercado. Los juegos de Facebook, tablets y móviles demostraban lo lucrativo que podía llegar a ser el mercado con unos títulos de bajísimos costes de producción que llegaban a una base de usuario mucho más amplia que las establecidas por PC y consolas. Candy Crush, Farm Ville, Mafia Wars, Ungry Birds... la fórmula parecía sencilla con juegos 'gratuitos' que hacían de primera prueba a costa de la casa y la necesidad de sacar la cartera si querías medrar y continuar. Y la cosa funcionó. 

 

Pero sólo funcionó para algunos. Muchos estudios creyeron ver en esta nueva forma de entretenimiento la gran panacea mundial, y se la jugaron sin acabar de entender la cosa, pegando leches descomunales como la del amigo Peter Molyneux con su 22Cans y un Godus que llevó al creativo a querer volver a Microsoft por la puerta chica, sin conseguirlo. Tras Molyneux, muchos descubrieron que la cosa no era tan fácil. Algunos juegos lo petaban, traspasando la frontera y llegando a PC y sonsolas con su formato f2p y partiendo la pana. Otros, sin embargo, se quedaban en el camino teniendo que chapar el negocio porque no rozaban el éxito tan idiota de cosas tan idiotas como ese remake de Ballon Fight llamado Flappy Bird.

 

destiny 2 0

 

Suscripciones obligatorias, MOBAs, Hero Shooters y MMORPGs

Pronto, el viejo formato de MMORPG de juegos con suscripciones de pago como Final Fantasy XIV y el eminente World of Warcraft se mezclaría con el espíritu gratuito de los MOBAs para dar como resultado juegos 'gratis' con microtransacciones en forma de skins, aspectos para las armas y mascotas. Neverwinter, Warframe, Star Trek Online, Trovel y un largo etcétera se uniría al formato más MOBA de Paladins, Smithe o Gigantic para dar como resultado un impresionante catálogo de juegos gratis para PC y consolas entre los que podíamos encontrar shooters como World of Tanks y Hawkeen.

 

También hubo quien impuso pago por el juego, léase The Elder Scrolls Online, que eliminaría la suscripción de pago en la versión Tamriel Unlimited, y el nacimiento de los Hero Shooters: Overwatch, Battleborn o 'el Overwatch de Blezinski', Lawbreakers. La tremenda leche que se pegaron estos dos últimos demostró, una vez más, que el mundo del videojuego como servicio no es para todos. 

 

destiny 2 5

 

De forma paralela, y justificando, o más bien apoyándose en la aparición de todos estos juegos online 'gratuitos', nace una nueva forma de videojuegos como servicios: las suscripciones obligatorias para tener acceso a los modos online de los videojuegos. Por un lado PS Plus y por otro Xbox Live Gold, obligan a los usuarios a realizar pagos de un mes, tres meses, seis meses o un año, para optar a este servicio a la vez que obtiene acceso a varios juegos al mes sin coste adicional, ofertas y servicios tan variados como 2x1 en Burger King o un lavado de coche gratis.

 

Las suscripciones obligatorias no convencen, y Microsoft añade dos nuevas opciones mucho más favorables para los usuarios de Xbox One. Por un lado, EA Access en colaboración con Electronic Arts, que permite jugar a los juegos de los dueños de NBA, NHL, Battlefield, Mass Effect, Dragon Age o Star Wars Battlefront un año después de su lanzamiento a un coste de 24,99 euros al año. Por otro aparece 'el Netflix del videojuego', Xbox Game Pass, que permite tener acceso a más de 100 juegos de Xbox One y Xbox 360 con 7 nuevos títulos que se añaden al catálogo de forma mensual. 

 

destiny 2 4

 

Destiny, la gallina de los huevos de oro

Sin embargo, si hablamos de videojuegos como servicio, sin duda hay que hablar del más polémico, lucrativo y canalla de todos: Destiny. El juego de Bungie que ha remontado las arcas de Activision gracias a una política de secretos y mentirijillas a medias que, en su primera entrega, se saldó con varios DLCs de pago y muchas expansiones anuales que se vendieron a precio de juego, resultando la experiencia total en varios cientos de euros para los que se mantuvieron al día. 

 

La llegada de Destiny 2 ya no tuvo excusa, y la polémica desapareció con la salida de un juego cuya forma de negocio ya conocemos y que aún así ha cautivado a muchos jugadores dispuestos a mantener ese servicio que ofrece Activision y que se traduce en un juego que dura años pero por el que hay que pagar varias veces su precio. Ni EA con su Star Wars Battlefront ni Ubisoft con sus múltiples juegos han conseguido alcanzar el nivel de mantenimiento del título de Bungie, que ha encontrado su camino propio para funcionar. 

 

destiny 2 1 1

 

¿Están las compañías preparadas para el paso a los videojuegos como servicio?

Creo que la respuesta es un rotundo no. Ahí tenemos a una Rockstar que ha demostrado cómo hay que hacer las cosas con un contenido gratuito para su GTA Online que debería ser la bandera a seguir, pero a su lado tenemos a Destiny, los MMORPGS, los MOBA, los hero Shooters de pago y gratuitos y esas suscripciones que demuestran que a día de hoy hay mil formas de videojuegos como servicios y que no todas saben igual ni surten el mismo efecto según la compañía. 

 

Hace unos días el amigo Julián nos hablaba del cierre de Visceral Games y el adios a Amy Hennig. Un equipo y una artista del videojuego que se van de la saga de Star Wars por el empeño de los de Electronic de hacer el juego que venda y dé dinero más allá de las opiniones de sus autores. Tras pedirles un Batman Arkham y ver cómo Arkham Knight se pegaba la leche y pedir un Uncharted y ver que Lost Legacy no vendía tanto, los de EA han decidido que quieren un PUBG. Pues oye, que lo hagan pronto o pasará la moda y tendrán que volver a cancelar el proyecto.

 

¿A dónde quiero llegar con lo de EA? Pues al hecho de que no todas las empresas buscan lo mismo, están preparadas para lo mismo ni tienen las mismas necesidades. El nivel de inversión de los monstruos empresariales como EA o Activision necesitan un éxito seguro con juegos que salgan rentables y sigan generando ganancias más allá de los primeros días de la campaña de lanzamiento. Ubisoft, por su parte, ha optado por una forma de lanzamientos múltiples con algunos buques insignia que generan mucho dinero y algunas flotas más pequeñas destinadas a conquistar al público. Mientras, Bethesda 'va a su bola' con lanzamientos que parecen fuera de contexto en el mercado actual y unos DLCs y expansiones que valen su poeso en oro en casos como Fallout 4 o Skyrim. 

 

destiny 2 3

 

Pero por supuesto esto no es todo: sigue habiendo empresas no tan grandes, medianas e incluso pequeñas, que mantienen y mantendrán el concepto del videojuego como producto y no como servicio durante muchos años. Ayer descubría una joya de la que os hablaré mañana, un título en early access hecho por un equipo de cinco personas y que aprovecha este formato de negocio para medrar y hacer posible un juego de gran calidad en el mercado actual. A su lado, financianciones como la de kickstarter o indie go go propician que se sigan creando juegos como elementos únicos, y sigue también funcionando el desarrollo tradicional en juegos como Cuphead, Hellblade y, por supuesto, todos los que llevan la firma de Nintendo. 

 

La respuesta, por tanto, es obvia: ¿Se van a convertir los videojuegos en un servicio? No. O mejor dicho, no todos. Aumentarán las suscripciones y las opciones de aquí a un tiempo, seguirán apareciendo juegos que cuesten más de mantener que un hijo vago o un cuñado político, y seguirán apareciendo nuevas formas de negocio, pero los juegos como producto seguirán existiendo mientras haya alguien con ganas de contar una historia sin contar con el apoyo de una multinacional. 

 

¡Nos leemos!


<< Anterior Siguiente >>