El verdadero precio de la distribución digital
Hay algo que no termina de encajarme con la llegada de la nueva generación. Por un lado tenemos que, aunque se intentó instaurar la idea de la eliminación de la distribución física, seguimos teniendo nuestros discos y cajas en las tiendas. Pero no es ese el problema, a muchos nos gusta sentir en las manos lo que estamos pagando. Tratar de buscarle una justificación a cada uno de los euros que hemos pagado por el juego.
Sin embargo, en la práctica, hemos ido viendo como esto ha cambiado. Compramos el disco, lo metemos en la consola y esperamos a que actualice -varias veces en algunos casos. Además tenemos el ejemplo de muchos juegos de lucha en que pagamos y pagaremos por contenido descargable. Lo que viene siendo llamado DLCs. Al final acabamos comprando una parte del juego en formato físico y el resto del contenido lo descargamos de los servidores, claro está, pagando aparte.
Por lo que podemos ver, en esta nueva generación la cosa no cambiará demasiado. Seguiremos comprando y volviendo a comprar. Es decir que continuaremos pagando por un juego varias veces para disfrutarlo completamente. Mientras llegamos a la meta del mercado digital y acabamos pasando por el aro, seguimos en este camino inestable donde los que perdemos somos los usuarios. Una y otra vez volvemos a la misma reflexión. Si hay que quitar los costes de la producción del soporte físico acabemos con ellos, pero hagámoslo bien.
Que nos lleguen los juegos con su pase de temporada desde el principio y tengamos derecho a sus actualizaciones por lo que pagamos desde el principio -que no es poco. Y ahí está el otro punto clave, el dinero. Porque, aún comprando el software de forma digital, continuamos moviéndonos en precios similares a los de antes. Desconozco a cuánto ascienden los gastos de la producción y distribución del material pero, cuando nos metemos en las tiendas digitales, no sentimos ningún alivio para el bolsillo.
De este modo, cada vez somos más los que miramos a plataformas como Steam con ternura y deseo a la vez. Precios económicos gracias a los que muchas veces damos a comprar sólo por la posibilidad de querer jugar mañana. Sí, mi biblioteca de esta plataforma es un claro reflejo del "Para lo que cuesta, lo compro por si acaso". Y no es que no queramos pagar por lo que es justo. Que nos den el juego en digital, pero que notemos que lo que se ahorran, repercute positivamente en nuestra economía. Así que seamos claros. Tomemos una decisión sobre la distribución digital y que se establezcan unos precios justos acordes a los costes que conllevan.
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