1. Mundogamers
  2. Noticias
  3. 3DS

El valor educativo del videojuego

Del videojuego no necesariamente educativo
Por Víctor Junquera

El videojuego me ha enseñado mucho a lo largo de mi vida, y sigue haciéndolo quizá porque voy buscando algo de valor moral o algún tipo de valor adicional a lo que es el 'simple' hecho de pulsar botones en un mando y que repercuta en acciones dentro de una pantalla. Pero no todo el mundo lo ve así, y es importante que exista un proceso de enseñanza desde pequeños.

 

Las enseñanzas a través de un videojuego no educativo no vienen en forma de una lección de cultura pasajera, uno puede encontrar mucha información del mundo real en un videojuego si se esfuerza, o incluso se puede 'aprender historia' con algún que otro Assassin's Creed, pero muchas veces ese intento culturizador del videojuego se queda como un dato más. Y para que algo se quede dentro, tiene que haber cierta repetición, o cierta justificación para que todo eso esté ahí.

 

Hay un detalle de Yo-Kai Watch que me ha llamado muchísimo la atención, y si bien no afecta a que el juego sea mejor o peor, sin duda le da ese valor extra educativo que muchas veces hace falta. Es algo tan simple como que el juego te anima a cruzar los pasos de peatones con el semáforo en verde, un sonidito de acierto te premia si lo haces, un sonoro 'MEEEC' te castiga si cruzas en rojo, e incluso hacerlo mal varias veces hace aparecer ante ti un enemigo bien difícil de vencer. Hay una lección en todo eso, algo que puede motivar mucho más a pequeños chavales y chavalas a hacer las cosas bien que una charleta de sus padres.

 

yo-kai watch green light

 

Es una pequeña chorrada, pero es una chorrada importante incluso para el propio videojuego. Si no, no tendría sentido que hubiese vecindarios, calles y tráfico (aunque tampoco es que te puedan atropellar en el juego, pero el atropello de Sacoco (el Yokai de los semáforos) puede ser suficiente como para que alguien no lo quiera repetir.

 

Es una pequeña lección, pero ya es algo único en Yo-Kai Watch. Esto, unido al hecho de que la propia búsqueda de fantasmas esté asociada a pequeñas cosas de la vida cotidiana o que incluso tengamos que capturar insectos o pescar peces reales, suma muchos pequeños puntos a esa culturilla general cada vez más escasa.

 

El videojuego tiene la posibilidad de enseñar y muy pocas veces la utiliza. No hablo tanto de casos a modo de documental como Never Alone, o de detalles tan, tan concretos de una cultura como el aprender a comportarse con una señorita de compañía en Japón, como de la posibilidad de ofrecer conocimiento sobre conceptos que vayan mucho más allá de aprenderse los nombres de una decena de armas, que es, quizá, lo poco que existe en común entre (muchos de) los videojuegos más populares.


<< Anterior Siguiente >>