El tráiler de Godfall nos dice que Sony no quiere juegos intergeneracionales

Aunque sea con la boquita pequeña, podemos llegar a decir que los Game Awards 2019 han presentado la nueva generación. Principalmente, lo han hecho en el sentido de que conocemos cómo será la nueva (o nuevas) Xbox, con ese "Series" que viene a decir que Microsoft hará un poco lo que Apple hace con iPhone, y en el que ya hemos visto el primer tráiler de un juego anunciado para PS5. No para PS4 y su sucesora, no; solo para PS5. 

 

Lo nuevo de Gearbox se llama Godfall y llegará a PS5 y PC a finales de 2020. Será, para que nos entendamos, un juego que no podréis jugar en vuestras PlayStation actuales a pesar de que lo visto no da señales de ser algo que dichas máquinas no puedan llegar a aguantar. No me parece un juego muy por delante de God of War (si es que lo está) y francamente creo que multiplataformas como RDR2 o Cyberpunk 2077 le pasan la mano por la cara. Pero ahí está, pasando de PS4. ¿Qué nos dice esto de Sony? 

 

 

Para tener una respuesta hay que remitirse a lo que decían los nipones a principios del pasado noviembre, cuando Jim Ryan (nuevo presidente de SIE) afirmó que la intención de la compañía era conseguir una transición generacional más rápida que la experimentada en las anteriores PlayStation. Dicho de otro modo: quieren que en 2021 dejemos de jugar a PS4 y hagamos hueco en el salón para su nueva consola, pero desconocemos cómo nos van a animar a ese salto sin arnés. Bueno, hoy podemos decir que sabemos un poco más de eso.

 

Porque si la idea es reproducir lo de Godfall, si es cortar el riego sanguíneo a la consola actual, también hablamos de un trato divisivo a la comunidad en el que se dejará de banda a quienes quieran seguir disfrutando un tiempo más de su “vieja” -ponedle tantas comillas como queráis a eso- consola. Evitando alarmismos y puños en alto, está claro que PS4 tendrá vida más allá de 2020, pero no hay que quitar importancia a lo que puede estar diciendo el tráiler de Godfall porque lo dice, todavía, en 2019. Puede sentar precedente.

 

 

Puede que las navidades del año que viene no sean tan intergeneracionales como las que vivieron el salto de PS3 a PS4, con adaptaciones tan curiosas como la de Destiny. Y si eso es así, que ocurra porque lo que se nos viene sea tal mastodonte técnico que ponga en serios problemas a las consolas actuales. Hoy por hoy, tras ver el tráiler unas cuantas veces, me parece difícil que lo nuevo de Gearbox pueda colgarse ese adjetivo.

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