El tortuoso camino de Ride to Hell

Jake Conway vuelve de Vietnam con ánimo de volver a su antigua y apacible rutina, junto a su tío y su hermano, familia de moteros. Sin embargo, lo que se encuentra poco tiene que ver con aquello que anhelaba, topándose de bruces con un país bastante cambiado. De nada sirve el querer dejar atrás la violencia de la guerra cuando una banda rival mata a su hermano, levantando una sed de venganza que no se apagará hasta que no quede nadie sin castigar.

Esta es la premisa argumental que anima el cotarro del recientísimo Ride to Hell: Retribution, un título cuyo desarrollo ha sido de los más tortuosos que se pueden recordar en lo que llevamos de generación. Las estadísticas dictan que este tipo de accidentadas producciones suelen conllevar que la obra en cuestión termine siendo un despropósito de tamaño mayor, siendo uno de estos últimos casos el del sonadísimo Aliens: Colonial Marines. No está de más pues, aprovechando que está de actualidad, que sepamos cuál ha sido la trayectoria de este Ride to Hell.

Hay que remontarse al año 2008, cuando fue anunciado su desarrollo por parte de Deep Silver. Su primer trailer levantó no pocas espectativas, hasta el punto de que el juego llegó a causar cierta sensación en los distintos eventos por donde fue presentado. Moteros, violencia sin tapujos, un mundo abierto por el cual moverse sobre las dos ruedas... ¿quién da más? Comenzándose a programar en la sede italiana de la compañía, se había señalado como fecha de salida el 2009, hasta que, de sopetón, el desarrollo constaba como cancelado, hasta el punto de que desapareció cualquier mención del mismo en la propia web de Deep Silver.

Un año después, Ride to Hell volvió a sonar, poco después de que a principios del 2010 se supiera que Deep Silver Vienna cerrara sus puertas. Es entonces cuando el desarrollo pasa a la compañía inglesa Eutechnyx, una casa a día de hoy especializada en juegos de carreras (suyos son los Ferrari: The Experience, Supercar Challenge y NASCAR: The Game). Cabe decir que esta compañía es una de las más veteranas que existen en la actualidad, puesto que nacieron en 1987 con el nombre de Zeppelin Games, otorgando no pocas horas de diversión en los viejos ordenadores de ocho bits.

Por el camino se perdería el interesante matiz del mundo abierto, pasando a ser lo que se anunciaría como un juego de aventuras con bastantes dosis de acción y conducción. De paso, la marca Ride to Hell se dividiría en varios títulos, dirigiéndose a sistemas móviles y a plataformas de descarga digital. Pero el que sería el juego central, Retribution, daría señales de vida en febrero de este mismo año, dando en apariencia fin a una tormentosa realización. Al menos aparecería un título que muchos dábamos por perdido, y al que los trailers todavía aparentaban hacer justicia a lo que sería un buen juego.

Pero nada más lejos de la realidad... Ride to Hell: Retribution es uno de los peores juegos que he tenido la ocasión de ver en lo que llevamos de generación. Y conste en acta que suelo ser muy generoso en lo que a opiniones se refiere, pero es que el trabajo de Eutechnyx en este título me ha provocado hasta urticaria. O sea, que nuevamente se cumple aquello de que un desarrollo tortuoso suele conllevar una mala obra. Al menos, la banda sonora es bastante buena.