El Survival de The Division pinta bien
Voy a ponerme abuelo cebolleta y voy a contaros una historia: hace seis años, antes de que naciera mi hija, Eva y yo nos casamos. Era un 19 de diciembre, y por algún extraño motivo nos pareció una idea genial irnos de viaje de novios a New York en un momento del año en el que las temperaturas en La Gran Manzana son, como pudimos ver en Max Payne, cosa de poca broma. Uno de los días del viaje decidimos ir a ver la Estatua de la Libertad, tuvimos que cruzar un parque vacío hasta el muelle del ferry, en plena tormenta de nieve y a 25 grados bajo cero. Obviamente el ferry estaba clausurado ese día, y de pronto nos encontramos solos en medio de una fuerte nevada, con las pestañas rompiéndose por las bajas temperatura y la piel agrietándose por el terrible frío.
Pronto nos quedó claro que a pesar de estar en una de las mayores metrópolis del mundo, podíamos ponernos 'mu malitos' -malitos en plan estirar la pata- si no hacíamos algo, y rápido: corrimos hacia una construcción circular que luego resultó ser la que te da la bienvenida en Crysis 2 y buscamos refugio en una esquina, donde estuve a punto de prenderle fuego a una papelera para calentarnos. Afortunadamente no hizo falta, había un lavabo público justo al lado. Nos metimos dentro, arranqué la tapa del secamanos de un tirón y nos pusimos delante de la resistencia al rojo y el ventilador para entrar en calor, lo suficiente para desentumecernos los dedos y recobrar energías antes de salir de allí, cruzar de nuevo el parque y tomarnos el mejor chocolate caliente que he bebido en mi vida.
A lo que voy con esto es a que el planteamiento del nuevo DLC de Tom Clancy's The Division pinta realmente bien y no es, para nada, exagerado. La supervivencia en Manhattan en invierno no es cosa de risa, y si encima añades pistolas, 23 rivales y una ciudad sin los servicios mínimos, la cosa puede ser genial. Pero vayamos por partes:
Supervivencia
El nombre del DLC de pago no deja lugar a error: Survival, Supervivencia, y de eso va la historia según han contado los señores de Ubisoft, ocultos sus rostros bajo las capuchas de los excedentes de sudaderas de Assassin's Creed y con el sudor de su empeño por mejorar el juego todavía humedeciendo sus frentes a pesar del frío que ha llegado al fin en estos días.
Supervivencia, ni más ni menos, con un modo de juego que nos invita a unirnos, o mejor dicho enfrentarnos a otros 23 jugadores por alcanzar una meta: Llegar al centro de Manhattan donde se encuentra un alijo cargado de objetos especiales. La cosa, sin embargo, no será sencilla: el juego nos situará en una de las esquinas del mapa, lo más alejado posible de nuestro objetivo, y pondrá en nuestras manos equipo de nivel bajo y una sencilla pistola.
La buena noticia es que los demás jugadores se encontrarán en la misma situación y que encontraremos mejores armas y equipo en nuestro camino, la mala, que estas mejoras estarán en manos de PNJs armados hasta los dientes que no dudarán en disparar en cuanto asomemos nuestro gorro de punto tras la cobertura de turno. Por si esto fuera poco, los gorros de punto, o mejor dicho el frío, cobra un singular protagonismo en este modo de juego al obligarnos a encontrar ropa de abrigo y escondrijos si queremos sobrevivir lo suficiente para lograr nuestro objetivo y no morir congelados.
Para culminar 'la broma', el hambre también será una constante en este modo de juego, por lo que deberemos cribar los almacenes y tiendas en busca de alimentos que nos ayuden a mantener nuestras energías y a no morir de hambre en la dura tarea de cruzar Manhattan en pleno invierno.
¿Lo harán bien?
La idea es buena, el planteamiento brutal y las posibilidades infinitas, pero sigo teniendo miedo a que Ubisoft no lo haga bien. Si lo hacen bien, jugando con el clima, el hambre y la sensación de inferioridad numérica y de potencia de fuego, el nuevo DLC puede ser una de lasm ejores expansiones de este año con diferencia. Sin embargo tengo miedo a que al final todo se reduzca a una barra con el medidor de hambre, otra barra con el medidor de frío y la necesidad de encontrar los objetos necesarios.
Sin embargo, tras ver los primeros gameplays del nuevo DLC, debo reconocer que la cosa pinta bien: Carfteo para mejorar el equipo y construir armas y botiquines, dos nuevos valores a tener en cuenta: la sed y la enfermedad, que pueden matarnos antes de llegar a nuestro objetivo; y un planteamiento de equipo que otorga diferentes valores térmicos a la ropa para indicarnos la temperatura que podemos soportar en el exterior mientras nos movemos de un edificio a otro. Para culminar, muerte permanente y dos modos de juego, PVP, que permite que ataquemos a los otros jugadores, y PVE, en el que el fuego entre usuarios no causa daños. Habrá que esperar, aunque por ahora la cosa promete
¡Nos leemos!
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