El sigilo total como meta
Si hay algo que me alucina de los juegos de sigilo es lo mucho que te pican contigo mismo para ser esa sombra que el enemigo jamás percibe. Es algo que no me ocurre con ningún otro género y que me está empujando en Metal Gear Solid V The Phantom Pain, por poner un ejemplo recientísimo, a repetir secciones porque me descubren y no me da la gana que Big Boss pierda heroismo y que al final de cada misión me digan que no he hecho una infiltración perfecta.
Mi partida a The Phantom Pain está siendo una concatenación de reinicios de misión y de checkpoints un poquito vergonzosa porque entiendo que repito mucho las cosas, que pierdo el tiempo y que, esto me lo han dicho algunas personas, voy en contra del espíritu del juego. Sin embargo, no soporto la idea de que Big Boss pierda heroismo, de que pillen a este soldado universal de maneras estúpidas porque yo cometo un error. Por eso, vuelvo al checkpoint y repito hasta que hago una infiltración sin muertes ni alarmas ni nada.
Metal Gear Solid V no es el único juego en el que funciono así, pero es realmente el que más me ha animado a hacerlo en mucho tiempo. En primer lugar, porque marcas a los enemigos y estos siguen marcados cuando reinicias el checkpoint. Esto se puede criticar, pero ey, otros usan el reflejo cuando les descubren y eso es una trampa aún peor. Y en segundo lugar, porque al ser un juego de mundo abierto, las posibilidades para ser descubierto son exactamente las mismas que para infiltrarte sin que te vean.
Hay que reconocer que, al margen de historia o de mundo más o menos vacío, en lo que se refiere a pasar desaparecibido, el estudio de Kojima ha hecho un trabajo impresionante y que te recompensa mucho y bien cuando funcionas como un ninja. Ya no es solo una cuestión de sacar una S al final de la misión o de ver unos letreros con muchos puntos, que también, sino que está siendo fiel a la idea de que Big Boss es un soldado impresionante y único, por encima de los demás.
Yo soy de esos que piensan que no hay manera mala de jugar a un juego. Si habéis decidido bañaros en sangre haciendo headshots con el rifle de francotirador desde lejos antes de infiltraros en una base, también jugáis bien a The Phantom Pain. Mientras os divirtáis, me parece fabuloso, incluso si yo jamás jugaría así. No tenéis esa misma pulsión que yo tengo con juegos como Thief, como Hitman, como Deus Ex, que necesito ser inmaculado, no matar a nadie y poner el sigilo por delante de mi tiempo y de todo.
Creo que The Phantom Pain sabe satisfacer muy bien a los que son como yo y a los que no, y de ahí también su grandeza como videojuego. La libertad de decidir es algo fundamental, más aún si estamos ante un juego de mundo abierto. Para mi es un juego de sigilo y lo juego como tal. Es algo que creo que pocos géneros consiguen y que hace que disfrute estos juegos por encima de los demás. No me ocurre lo mismo con el Platino de Bayonetta ni con la puntuación al final de una fase de Resident Evil Revelations, por ejemplo.
Y ya está bien de que hable yo. ¿Vosotros cómo estáis jugando?
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