El ritmo de Everwild y su vibración tan Zelda: Breath of the Wild a lo nómada destaca en el Xbox Games Showcase
La presentación de los juegos que estarán en Series X no ha estado mal. Personalmente, además de celebrar la buena salud y apoyo del que goza Obsidian, me quedo con dos juegos: The Medium, por su particular uso de la pantalla partida, y Everwild, el juego de Rare del que en realidad no sabemos absolutamente nada. Y me ha gustado tanto por el contraste con el resto de propuestas.
No quiero parecer aquí el más hippie del barrio, pero Xbox Game Showcase volvió a estar marcado por lo mismo de siempre: shooters a los que se le da un aire ominoso y trascendental cuando a lo que hemos venido en realidad es a dar tiros. Por eso también me pareció tan refrescante la presencia de Grounded y su gamberrismo infantil, Psychonauts 2 y el remate con el regreso del divertido Fable.
De Everwild hemos sacado en claro varias cosas: su mundo tiene un ritmo que no todos saben seguir. Y ya está. No hay más. A partir de aquí podemos empezar a elucubrar de qué irá esto. Rare viene de Sea of Thieves, de hacer un mundo abierto en el que hay una gran relación con la naturaleza; con el mar en concreto, por lo que podemos pensar en que estaremos ante justamente eso: un gran espacio que recorrer.
Los personajes que hemos visto en el trailer parecen nómadas que se dedican a escuchar el ritmo de la naturaleza y usarlo a favor de la madre tierra. Lo que más hemos visto que hacen los personajes del vídeo es explorar, viajar e interactuar con unos animalitos de colores chillones; dicho en el mejor de los sentidos.
Creo que a los que nos ha gustado Everwild, o que por lo menos nos ha llamado la atención. Además de por ser un soplo de aire fresco ante tanto disparo, también por sus vibraciones de The Legend of Zelda: Breath of the Wild. A mí también me ha gustado por eso, pero en especial por que me ha sabido a Breath of the Wild sin combate.
Está claro que Everwild todavía está muy verde, pero si acaba siendo lo que parece que este trailer promete: un viaje nómada por el mundo para escuchar el ritmo de la naturaleza, interactuar con animales de fantasía y hacer magia, a mí me tienen ganado. Eso sí, de este tipo de experiencias espero que dejen el multijugador a un lado y apuesten por algo más íntimo. Aunque, claro, tras comprobar cómo funciona de bien el asíncrono de Death Stranding, también se podría intentar algo por ahí. Tiempo al tiempo.
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