El PlayStation Plus de septiembre dice mucho sobre la situación de Destiny 2
Faltan siete días para que Destiny 2 cumpla su primer año, y antes de que eso ocurra lo tendremos disponible con la suscripción de PlayStation Plus. Siendo uno de los juegos de mayor presupuesto en desarrollo y promoción de 2017, es una noticia suficientemente inusual como para preguntarse qué está pasando en las oficinas de Bungie y Activision para que esto esté ocurriendo. Hay varias respuestas posibles.
El sentido común apunta a Los Renegados -o Forsaken-, esa segunda expansión que se antoja como el paquete de contenido que verdaderamente cambiará el juego y que los mismos desarrolladores reconocen que viene a responder a las demandas de la comunidad; es como El Rey de los Poseídos de esta secuela, y sale a la venta el mismo mes que el juego base vendrá incluido con la suscripción de Sony. ¿Es una jugada redonda para sumar potenciales compradores, no? Es lo primero que pensaría cualquiera. Sin embargo, creo que la cosa es un pelín más complicada que esto, y os cuento por qué.
Hace ya un tiempo que Activision no comparte cifras concretas de ventas y en su lugar le gusta presumir de ingresos. De esta manera supimos que Destiny 2 fue, junto a Call of Duty WWII, el juego que más beneficios le generó en 2017. No es moco de pavo para una compañía a la que le va muy bien, con Blizzard facturando como un tiro, así que es presumible asumir que el juego de Bungie está funcionando. Otra cosa es que esté cumpliendo expectativas. Un primer indicador es que se vendieron la mitad de copias físicas en el lanzamiento del juego si lo comparamos con su antecesor, un título que hay que reconocer que se benefició de ser transgeneracional, pero un 50% sigue siendo una cifra baja. Sin duda, la distribución esperada era más.
Tampoco es que Destiny 2 haya sido un juego exento de polémica. El sistema de micropagos del Eververso levantó ampollas -fue la antesala del cabreo con Star Wars Battlefront II- , se han aplicado cambios en los engramas, en la progresión por encima del nivel 20 y la manera de alcanzar el máximo nivel de poder es mucho más sencilla (basta con ir haciendo semanales) en esta secuela. Tampoco han gustado los eventos centrados únicamente en las cajas de recompensa, ni ese PVP con equipos de 4 en lugar de 6 o esos reequilibrios en el Tier de las armas que han cambiado el meta para mal. Por eso han vuelto cosas del primero como el Estandarte de Hierro, porque parece que fue una secuela que dio un paso para atrás. De remate, la expansión de Osiris terminó siendo un añadido ligero, poco profundo. El resultado es que el clima de crispación lleva meses siendo evidente.
Creo que tanto error acumulado ha terminado generando una comunidad activa de jugadores bastante por debajo de lo que esperaba Activision hace un año, de ahí que el juego esté incluido en el Plus en lugar de estar rebajado temporalmente. No olvidemos, además, que a principios de verano ya se ofreció la versión de PC con el paquete base del Humble Bundle, algo tan fuera de lo común como lo presente. Apenas hacía medio año que se estrenó en Battle.net.
Es muy probable que el juego haya generado buenos ingresos debido a las microntransacciones, pero eso no significa que haya vendido bien ni que tenga una comunidad activa sólida. No la que quieren sus propietarios, ni la que necesita siendo una marca con mucho recorrido por delante. Si lo tenemos en el Plus de septiembre es para reconducir eso, y para que el lanzamiento del DLC de Los Renegados no sea un descalabro, que luego viene octubre y la llamada del oeste da mucho miedo. Que el universo necesita guardianes es más cierto que nunca.
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