El online de Monster Hunter 4 Ultimate me salva la vida

Si habéis escuchado el MGPodcast últimamente, sabréis que ando bien, pero que bien enganchado a Monster Hunter 4 Ultimate. Capcom ha dado con las teclas apropiadas para mantenerme enganchado más de lo normal, algo que resulta fácil por la cantidad de juegos que pasan por mis manos todos los meses. Y aunque he hablado de muchas de las razones por las que el juego me gusta, todavía no he mencionado algo que me está viniendo de perlas en las misiones más avanzadas: el online.

 

Ya sabréis seguro que Monster Hunter 4 Ultimate es el primero de la saga que llega a portátil con multijugador online integrado. En la versión para Wii U de Monster Hunter 3 Ultimate ya existía esta posibilidad, pero por alguna razón no llegué a usarla tanto como lo estoy haciendo en esta nueva entrega. La razón es muy sencilla: hay misiones que son mucho, mucho más sencillas con un compañero de la mano, o con varios.

 

 

Puede parecer una manera de hacer trampas en el juego, que no es tal porque los monstruos también son más fuertes cuando combates en equipo, pero el caso es que a mi me está solucionado un poquito la vida. No tengo muchos amigos que jueguen a mi nivel a Monster Hunter 4 Ultimate, pero incluso con desconocidos me voy apañando para hacer las misiones G sin morirme del sufrimiento o rendirme. 

 

Y esto es algo que hecho un poco de menos en muchos juegos con cierta dificultad, poder no ya pedir ayuda, sino simplemente tener a alguien al lado con quien llevar el peso de la misión. Vais a odiarme por volver a mencionar la saga Souls, pero es que es el ejemplo más preciso de esto que se me ocurre. El juego tenía ayudantes para echar una mano si cumplías previamente con ciertos requisitos del mundo, y madre mía, cuantísimo ayudaba Solaire en ciertos momentos. 

 

Así que viva el multijugador online de Monster Hunter 4 Ultimate: no solo es un añadido que los fans pedíamos desde hace mucho tiempo pese a que, bueno, en una consola portátil no siempre se tiene conexión a Internet a mano; sino que a los que somos más reticentes a conectarnos online nos está sirviendo para no pasarlas tan canutas. La única pega es que no haya chat, pero eso con los señores de Berlin con los que jugué el otro día como que me dio algo igual.

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