1. Mundogamers
  2. Noticias

El móvil y el neo-retro

¿Qué retiene al móvil frente a los hardcore?
Por Dayo

En uno de mis capítulos más apreciados de Los Simpson, la familia norteamericana visita Japón y, al entrar en el baño y ver cómo el váter hace malabares con chorros de agua y color, Homer dice una de las grandes frases de la serie: “nos llevan años de ventaja”. Esta es la mentalidad que tengo de las consolas cuando trato de pensar desde la perspectiva de alguien que juega principalmente en su móvil: es una plataforma tremendamente atrasada y que conserva algunos de los rasgos de la tan amada era retro.

 

Y eso está reteniendo al monstruo.

 

Esto se me ocurrió mientras vi en la televisión que King anunciaba un juego similar a Candy Crush como si fuese una novedad. “Qué extraño”, pensé, “King ya ha hecho ese juego ¿seguro que triunfará?”. Pocos días después vi otro anuncio que presentaba otro juego de King similar a Candy Crush y el déjà vu me dio con tanta fuerza que casi me entra un ataque de pánico.

 

Personalmente me gusta el desarrollo moderno. No es que odie el retro, pero cuando miro atrás pienso en algunos elementos realmente cutres que agradezco que hayan desaparecido o al menos se hayan diluido. Las plataformas móviles conservan varios de ellos. Mi querido Tonichan me ha recordado que esto lleva ocurriendo desde el amanecer del juego móvil y que soy imbécil y acabo de darme cuenta de esto, pero siempre viene bien analizar por qué algo triunfa o no.


En primer lugar, está la exageradísima filosofía de follow the leader que lleva a las compañías a casi plagiarse las unas a las otras. Sí, muchos AAA e indies se copian entre ellos, soy plenamente consciente de ese dato, pero con el juego de móvil, al basarse tanto en la jugabilidad no puede ser más evidente que Sonic Rings es un plagio de Temple Run, que Jetpack Joyride se sube al carro de Canabalt o que Ninja Fishing copie descaradamente a Ridiculous Fishing. Y no estoy contando todos los plagios a Fruit Ninja o Angry Birds que he visto, o cómo Gameloft copia las tendencias de las consolas con juegos como Modern Combat, una obra con un título tan poco inspirado que me sorprende que no sea una parodia.

 

NF

 

Pero eso sería descontar las adaptaciones de películas. En consolas me alegra que nos hayamos librado de esa condena en gran parte, pero ahora en el móvil tenemos un juego de la futura película de Robocop, además de El Caballero Oscuro, The Amazing Spiderman, Pacific Rim… No suelen costar mucho, y en casos como Robocop son freemium, pero eso me lleva al siguiente punto: la filosofía arcade. El pagar poco pero muchas veces ¿quieres recargar el combustible en Angry Birds Go!? Paga ¿Quieres progresar más rápido en Clash of Clans? Paga ¿Quieres echar otra partida a Candy Crush sin esperar? Adivina lo que toca.

 

Y luego está la vuelta de la mascota. Este último la verdad es que lo echaba de menos, el que la gente demostrase que sabía dibujar algo más que figuración humana e hiciese algo icónico. Me gusta que el cocodrilo de Where’s my water, el pájaro rojo de Angry Birds o el tipo cabreado de Clash of Clans sean tan representativos y tengan un estilo tan cartoon. Pero por otra parte remite al primer concepto: marketing. Vender. Ganar dinero.

 

No digo que esté mal que la gente gane dinero. Demonios, me encanta cuando un buen proyecto recauda millones. Pero ahora mismo el móvil tiene varios puntos que lo echan hacia atrás y lo enmarcan en una mentalidad mercantil. Sé que he dicho en un par de ocasiones que nos van a comer, pero mientras esta perspectiva perdure el avance de la gran bestia va a ser muy lento, porque tendrán a los casuals, pero el público hardcore es más difícil de pillar. Sí, existen Device 6, Year Walk o The Room, pero de momento la tónica dominante son esta suerte de obras neo-retro más basadas en captar nuestra atención unos pocos minutos y conseguir en el proceso un poco de dinero.


<< Anterior Siguiente >>