El miedo en los videojuegos
Estamos en el mes de Halloween, el mes de repasar los mejores videojuegos de terror, aquellos que nos ponen la piel de gallina, los que nos horrorizan, los que nos causan escalofríos. Sin embargo, el miedo tiene muchas formas. Aunque pensemos que solo Lovecraft en la palabra escrita era capaz de transmitirnos un tipo de miedo distinto al más conocido, al de los gritos, esto no es así. Sí, muchos videojuegos han bebido del miedo psicológico de Lovecraft, pero también han ido más allá. ¿Qué tal si pasamos este Halloween asustándonos de otra forma?
Aquí donde me veis, no soy para nada fan de los videojuegos de terror. Tampoco de las películas. Sin embargo, ha habido juegos de los que no esperaba asustarme y, sí, lo he hecho. Me he asustado. Me he asustado con Hellblade: Senua’s Sacrifice hasta tal punto que he tenido que parar de jugar porque no podía más. La carga psicológica de un juego como el de Ninja Theory explora un miedo mucho más profundo. Un miedo distinto al que suele venir a nuestra mente cuando hablamos de “videojuegos de terror”.
El miedo depende de un estímulo y el videojuego puede causar muchos y muy diferentes. En psicología se recogen más de una decena de tipos de miedo, tales como el miedo real, con un componente real (miedo a un bicho enorme que nos va a matar, por ejemplo), el miedo irreal o irracional, que nos lleva a asustarnos pensando que a la vuelta de la esquina hay algo, aunque no haya nada, fobias, como a las arañas (¿por qué arañas? ¿por qué no podemos seguir mariposas?), o el ya mencionado miedo psicológico. Este último es al que me gusta dar más importancia, pues es al que menos tratamos cuando llega Halloween.
El miedo o terror psicológico está dentro de nosotros. Es nuestra ansiedad, nuestras preocupaciones, nuestras supersticiones. Su objetivo es conseguir con sutileza un efecto devastador. ¿Y es capaz de conseguirlo en el mundo de los videojuegos? Mirad Hellblade. Mirad cómo avanza Senua, cómo suenan las voces, cómo es el entorno que la rodea. Hellblade es el ejemplo perfecto de terror psicológico, un terror sutil que consigue algo único. Pero hay más. Tenemos un gran ejemplo en The Evil Within, con doblete de lanzamientos. Outlast lo combina con un miedo más natural a la perfección. Incluso Little Nightmares, que nos lleva a los miedos más profundos (y no tan infantiles) consigue causar escalofríos.
Y ya que mencioné antes a Lovecraft, sabéis perfectamente que Cthulhu se lleva bien con los videojuegos. Call of Cthulhu, el videojuego oficial, sale el próximo 30 de octubre, tan solo un día antes de la noche de los muertos vivientes. Nada mejor para prepararse para la gran noche, ¿verdad? Este título, dentro del género de survival horror, probablemente no nos traerá un mero terror psicológico, sino que se mezclará con el miedo más básico, el de los sustos, el de los gritos.
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