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El mejor equipo de Overwatch para 6 contra 6 es este

Deja el egoísmo atrás y elige esta alineación
Por Adrián Suárez Mouriño

Overwatch es un titulazo, eso lo sabemos todo. El trabajo de Blizzard es puro juego en equipo, tanto, que antes incluso de empezar una partida puedes predecir si vas a ganar o no en función de la composición de tu party. Por supuesto, hay grandes variables: cómo juega cada uno, si reconoce a sus counters, si comprende las sinergias entre sus compañeros… pero lo cierto es que si un jugador se deja vencer por sus propios egoísmos, escoge a su héroe sin valorar la cuadrilla en la que participa y juega como si esto fuera un COD, perderéis.

 

Esa es la gran pega de Overwatch; no el juego, que es soberbio, lo son sus jugadores cuando no disfrutas del título únicamente con amigos. El problema es que a la gente no le gusta elegir ni a tanques ni a sanadores o healers, cuando son la espina vertebral de cualquier equipo robusto. Overwatch es un videojuego absolutamente reactivo, de mantener la posición y de destrozar cualquier intento de tomar tu punto, aniquilarte o fastidiarte tu carga.

 

 

Es por ello que, tras muchas partidas, hay una cosa que tengo clara: el mejor equipo es el compuesto por dos sanadores, dos tanques y dos DPS. No puede haber solo un sanador en un equipo, pues si uno muere te quedas sin reemplazo, y lo mismo sucede con los tanques. Si Reinhardt muere tus DPS se irán con él, a no ser que tu Lucio sepa maniobrar y aguantar al lado de tu Mercy. La clave es tener siempre un refuerzo de los personajes cruciales de cada partida, juntarlos con dos asesinos de personajes capaces, aguantar, planificar y machacar al rival. Y con esta base, sé creativo y lee mucho la composición de tiers que se van publicando. 

 

Por supuesto, esta opinión no es mía sola, no se me ha ocurrido a mí pues tampoco, como la mayoría de jugadores corrientes, soy un experto en los títulos de competición. Esta valoración nace de experiencia personal y de leer mucho sobre Overwatch, porque hay que hacerlo. Siempre que uno se mete en un juego de equipo con un marcado sentido de competición tiene la responsabilidad de leer a los maestros, de meterse en foros, de comprender que no juega solo y que está ahí para hacerlo bien.

 

Por supuesto, este esquema que planteo acepta variaciones en función de con qué personajes estéis más cómodos, pero en Overwatch la defensa es crucial, y se nota cuando un equipo está equilibrado porque sientes que tú mismo juegas mejor, que todo fluye, y que sin necesidad de hablar los propios jugadores, todos conocen su sitio en la partida. Una defensa fuerte logra que el equipo contrario pierda la concentración, que sienta que ha elegido mal a su personaje y que se ponga a cambiarlos sin sentido. En ese momento la partida es tuya; perdón, de vuestro equipo.


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