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El mapamundi de Super Mario World me gusta por lo mismo por lo que me encanta el de Dark Souls

Uníos a mi clic mental
Por Adrián Suárez Mouriño

El mapamundi de Super Mario World es estupendo. Me parece una forma soberbia de estructurar las fases de una aventura y de un viaje. Y no es porque tengan un par de mundos ocultos en su interior, sino porque algunas fases tienen varias salidas, ¿cuáles? Pues no lo sabes. Algunas áreas se ven modificadas si previamente activas un switch en otras, ¿y dónde están? Pues tampoco.

 

A eso se le suman zonas secretas que funcionan a la vez de atajos entre zonas, otras todavía más secretas, el pique al que el juego te somete para que lo encuentres todo y una idea de diseño que me encanta: que en tu caminar por los primeros mundos se te enseñe a veces cómo serán los mundos a los que vas a llegar más tarde.

 

Para completar la jugada, y esta es una idea que también se ve en el mapamundi de Super Mario RPG: el lugar en el que finaliza la aventura está muy próximo al de arranque gracias a un diseño de mundo similar a un donut.

 

 

Este viaje lleno de secretos, incertidumbre y misterio obliga a que amigos y enemigos tengan hogares en los que sentirse seguros, y por eso están ahí tanto las casas de los fantasmas, de los koopalings y la de Yoshi.

 

Todas estos conceptos de diseño tan potentes se han diluido en mapas lineales con un par muy contado de caminos secretos a unos mundos nuevos en los Mario posteriores; pero nada más, ¿dónde está ese misterio constante de preguntarte si esta fase en concreto esconde algo?

 

Pensando en ello, me he dado cuenta de que los motivos por los que siempre me ha apasionado el mapamundi de Super Mario World son los mismos por los que me gusta el de Dark Souls.

 

También hay un diseño que te devuelve siempre al inicio de la aventura, al Santuario de Enlace de Fuego. Cada pequeña área tiene secretos y atajos que conectan zonas pero que también llevan a secciones secretas, y puedes llegar al final de la aventura mediante un sendero u otro.

 

En Dark Souls también es necesario el hogar, pero de una forma diferente. Nos topamos con almas errantes sin casa y nosotros le proporcionamos una que, como la de Yoshi, está en el inicio de todo.

 

Como charlé con Víctor Navarro en su podcast especial sobre Super Mario World, también Dark Souls te permité adivinar el nivel que hay más allá acercándote al borde de un nivel y mirando a lo lejos… En esencia, ambos juegos ofrecen ideas muy similares en la concepción de su mapamundi, y darme cuenta de ello me ha hecho un ‘clic’ en la cabeza sorprendente. Si es que todo lo ha inventado Mario, y lo que no, lo ha inventado Zelda.


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