El juego musical afronta una reválida

Ayer nos enteramos de que Rock Band Blitz, la nueva apuesta de Harmonix por su saga estrella aunque en un formato poco convencional, saldrá a finales de agosto. La pregunta es obligada, ¿todavía tiene fuelle el género musical?

Lo primero que llama la atención de este Rock Band Blitz es que el juego en sí mantiene la tónica de los anteriores a excepción del hecho diferencial de los juegos musicales: los instrumentos. Suena a marciano, y probablemente lo sea, pero va a ser un título que se jugará con el mando de toda la vida.

El movimiento suena a una apuesta de Harmonix un poco a la desesperada para saber qué narices esperar de Rock Band. Ahora que ya ha pasado un tiempo desde la explosión de la burbuja musical -qué tiempos aquellos en los que Guitar Hero lanzaba hasta cinco juegos al año, ¿eh?-, parece un buen momento para pulsar el interés del público por un género que lleva desierto de novedades desde aquel lejano Rock Band 3 que tan buenas críticas cosechó.

No sé hasta qué punto el éxito o fracaso de este Rock Band Blitz va a darnos alguna pista sobre la vigencia o no del juego musical en consolas por un hecho tan simple como la nueva concepción, libre de instrumentos de plastiquete. Para enfocarlo desde otra perspectiva, sería como juzgar la vigencia de un PES jugando a aquella versión bizarra que salió para Wii en la que se dibujaban las jugadas en la tele.

Si algo queda claro con toda esta maniobra es que Harmonix no ha olvidado su razón de ser y la franquicia que le ha consolidado en el estrellato. Pero también es cierto que en los tiempos que corren, el estudio se ha topado con una mina de oro llamada Dance Central, y que puede ser clave en todo este asunto. ¿Por qué? Porque gracias a Dance Central, Harmonix puede tener libertad de movimientos para seguir desarrollando versiones tradicionales de Rock Band sin sentir la presión de estar jugándoselo todo a una carta.

Como les sucedió a otros géneros en su momento, el musical tuvo su momento de gloria y ahora ha quedado reducido al nicho de hardcores que realmente lo disfrutan, se descargan sus DLCs de manera regular y siguen dándole duro. Queda por ver cómo va a funcionar el experimento de Rock Band Blitz, que como ya he dicho se acerca más a un experimento que a otra cosa. ¿Disfrutaremos algún día de Rock Band 4? Por el bien de los jugones musicales, espero que así sea.