El éxito por un trabajo bien hecho
Algo tiene que funcionar en Ikariam para dar el salto del navegador a nuestros iPad. Crear un juego web que se asienta en las bases impartidas por Civilization a principios de los 90 y descubrirte con 51 millones de usuarios registrados parece síntoma de un trabajo bien hecho. Gameforge parece conocer perfectamente la fórmula que hace que las miradas se dirijan a su título. Es algo así como seguir una receta en la que cada condimento tiene su cantidad. La interfaz gráfica no necesita ser demasiado detallada o realista, y menos en un navegador o Tablet. Partiendo de esa base, un desarrollador que conoce el producto se centra en la finalidad de su título.
Es muy importante que el jugador se sienta a gusto cuando aterriza en el juego y eso se percibe al entrar en contacto con el tutorial que nos empuja como un padre que nos enseña a montar en bici. Nos va acomodando poco a poco. Primero debemos comenzar a adaptarnos a la gestión de recursos y asignación de tareas que los habitantes deben llevar a cabo para hacer progresar nuestra ciudad. Ir avanzando tecnológicamente, aumentar el ejercito son factores que se complementan entre sí para ayudar a ese crecimiento.
Lo que hace que Ikariam no pase desapercibido es ese factor social que nos pone en contacto con otros jugadores para negociar, comerciar o combatir. Por supuesto que el MMO no es un concepto nuevo, ni mucho menos, pero ver la auténtica esencia de la estrategia y compartirla en la palma de la mano resulta interesante.
A pesar de que adentrarnos en esta polis griega es sencillo y cómodo, no nos basta, necesitamos que suponga un reto. No queremos recoger madera, mármol o azufre, obtener dinero e invadir alguna que otra ciudad con solo una ligera espera. Y eso es a lo que nos enfrentamos. Porque el hecho de que el amigo o enemigo sea un jugador como nosotros, hace impredecible la evolución del juego. El ser humano es así de complejo y no es fácil mantener buenas negociaciones en el tiempo. Cuando uno se ve con poder, puede intentar imponer sus preferencias y eso hace que Ikariam resulte más interesante.
Como en otros Free to play, encontramos un juego de equilibrio entre tiempo y dinero. Las acciones que llevamos a cabo transcurren en tiempo real y ahí es donde el jugador tiene la opción de acelerar ciertos procesos mediante la obtención de Ambrosía. Esta, como podemos imaginar, hay dos formas de conseguirla, esperando a finalizar objetivos o pagando en Euros. Aunque la opción del gasto económico chirríe en nuestros oídos como un arañazo en una pizarra, es una opción y no una obligación.
No resulta frecuente encontrar títulos que capten la esencia del género al que pertenecen, y menos aún en una Tablet. Aunque peque de sencillo a simple vista, encontramos todo un sistema económico-político dentro de Ikariam.
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