El E3 ya no es lo que era

Nuestro überboss Víctor Junquera recordó ayer lo más importante del E3 de 2015, que está a menos de un mes de distancia y pronto fagocitará nuestras vidas de pobrecitos periodistas de videojuegos. Por esa razón, se me ha ocurrido que lo mejor que podría hacer para prepararme era recordar cómo era el E3 hace unos años, pues aunque no lo hayáis pensado, la feria ha cambiado una barbaridad. Y diría que lo ha hecho a mejor, ojo, aunque a costa de ese toque ridículo que siempre la había caracterizado.

 

Gracias a Twitch, YouTube y la renovada capacidad de los grandes medios para informar en directo con vídeo y entrevistas con los desarrolladores que visitan el E3, la feria es cien veces más cercana que hace tres años. Es más, estoy seguro de que será 100 veces más completa este 2015 de lo que lo fue en 2014, donde ya pudimos ver todas las conferencias online sin problema, ver directos que duraban casi 24 horas y mucho más.

 

 

Y sin embargo, ya voy echando de menos la identidad cutre y ridícula que siempre ha girado en torno al E3. Seamos honestos, siempre ha sido divertido ver a un grupo de ejecutivos que no saben tratar a una masa en un show en directo. Los momentos incómodos, los silencios donde su guión dice que habrá aplausos pero la prensa simplemente está callada o mofándose, las performance fuera de lugar, los guiños forzados a los pajeros; todo esto era para mi lo mejor del E3.

 

Sé que en cierta medida seguirá estando ahí, pero ya como algo plenamente asumido. Miremos a Nintendo por un momento y su vídeo previo al E3, dirigido ni más ni menos que por Mega 64, quienes se dedicaban a hacer vídeos de coña con Kojima o Miyamoto y ahora se han institucionalizado para hacer lo propio con Reggie y su hijo. Esto no es algo negativo, insisto, porque el vídeo es fenomenal y a todos nos gusta que la seriedad de un negocio de millones de dólares nos quede todo lo lejos posible; pero es un hecho que el humor del E3 es ya plenamente consciente de sí mismo y, por ello, menos original, menos sorprendente, menos suyo.

 

 

Dudo mucho, a menos que alguien meta la pata sobremanera, que nos topemos con un momento tan estúpido como el de Wii Music del E3 2008, donde varios personajillos que no hemos vuelto a ver jamás se reunieron en el escenario con Miyamoto para 'tocar música' con el Wiimote. Esta terrible y ridícula conferencia sigue dando frutos con memes a día de hoy y ha quedado en lo alto de la historia de la feria, sobre todo porque luego el juego fue un fracaso, tal y como la conferencia demostró en directo. 

 

Tampoco veremos algo tan estúpido y over the top como la conferencia de Konami de 2010, donde lo EXTREEEEEME y lo triste se daban de la mano y anticipaban el presente de la compañía a día de hoy. Y bueno, imagino que Sony tiene ya cogido el truco al asunto tras su exitazo de 2013 y que no volveremos a ver ninguna cagada tipo RIIIIIDGE RACER.

 

La comunidad que se crea entorno a todas estas bobadas es casi mejor que el E3, y por eso me lo paso tan bien durante estos días, que os podéis imaginar son muy duros para los que tenemos que hacer noticias y artículos a diario. Pero en cierto modo, echo también de menos cuando la feria no estaba tan pensada para crear hype, impresionar al público que está en casa y era algo más 'de andar por casa'. 

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