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El DLC de Mario Kart 8 es un ejemplo a seguir

Buenas noticias, para variar
Por Víctor Junquera

Suena raro que uno de los productos más deseados de esta pre-campaña navideña de 2014 sea un DLC, pero hay motivos para ello. Mario Kart 8 es un firme candidato a GOTY 2014 desde su lanzamiento hace medio año, y con este primer DLC que ha llegado hoy mismo, se reafirman sólo por saber ofrecer un ejemplo a seguir en estos tiempos que corren de juegos a medio hacer, parches que no solucionan nada y DLCs abusivos desde el primer día.

 

Repasamos: Mario Kart 8 ofrece vía DLC 8 circuitos nuevos, 4 vehículos y 3 personajes en esta nueva actualización por 8€, y en mayo de 2015 habrá otro pack con las mismas cantidades. En total, 16 circuitos, 8 vehículos y 6 personajes (con crossovers que lo acercan a un Smash Kart 8) que se pueden comprar juntos por 12€, y con skins de regalo para Yoshi y Shy Guy. Medio Mario Kart 8 más por 1/5 del precio del juego completo, algo que hace que nos dé la risa al mirar a otros Season Pass de 50€.

 

Y es curioso que no han sido conformistas en absoluto, y el DLC mantiene toda la calidad del juego completo, e incluso más gracias al mimo puesto en cada guiño. Cuando perfectamente podrían relanzar una buena cantidad de 'Circuitos Retro', remakes de circuitos de otras entregas que al fin y al cabo es algo que lleva menos trabajo, la proporción de este pack no es ni de la mitad. 3 circuitos antiguos renovados, y 5 circuitos completamente nuevos, cada uno con sus peculiaridades que los hacen únicos.

 

Y claro, no hablamos sólo de que es un circuito y punto. Es el circuito adaptado a todos los modos de juego, es su tema único de la BSO que sigue manteniendo una calidad digna de mención, y es todo lo que rodea a los circuitos especiales de Excitebike, F-Zero y The Legend of Zelda, que no es poco.

 

Happy Link viene para contrarrestar a Angry Luigi. Próximamente, Aldeano, Canela y Bowsitos. ¿Para cuándo Kirby?

 

Hablando de los nuevos personajes, la adición más relevante, claro, es la de Link. Link y su Moto Maestra, con forma de ciber-caballo de combate y sus estadísticas de velocidad punta y peso por encima de todo que son difíciles de compensar si no es con unas ruedas ridículas. Un Link que grita y saca la espada (o la Trifuerza) con cada miniturbo o impacto, y una moto cuyo claxon es el sonido de los golpes de espada de Skyward Sword. El Blue Falcon, por otro lado, kart basado en la nave de Captain Falcon de F-Zero, es un kart sorprendentemente manejable y equilibrado.

 

Mario Tanooki y Peach Felina, no dejan de ser de nuevo Mario y Peach, que tras las versiones normales, Mario DE METAL (leer con voz de speaker de Smash Bros) y Peach de Oro Rosa, parecen dos nuevos skins que vienen a demostrar cosas como la popularidad de El Show de Mario Felino y más mimo al ver que ese Mario Tanooki se convierte en estatua de vez en cuando en sus celebraciones. Un detalle tras otro.

 

Con respecto a los circuitos, hay que decir que la selección retro es inmejorable. La Mina de Wario era uno de los mejores circuitos de Wii, que aquí vuelve con un par de retoques, más de lo mismo para el Circuito de Yoshi (con forma de Yoshi) de GameCube, el circuito con las curvas que más piques conseguirán de cara a las contrarreloj, aunque viene con menos atajos pero con la peculiaridad de ser un circuito 100% tradicional, sin antigravedad. La Rainbow Road de este pack (tercera de Mario Kart 8) es la original, la de Super Nintendo, con unos Thwomp que agitan la carretera tan rápido que no dejan spammear miniturbos en salto, con microatajos complejísimos y, por supuesto, sin ningún tipo de quitamiedos, la locura de las carreras multijugador de buen nivel.

 

Princesa de las estrellas, reina del asfalto y domadora de tecnocaballos con SWAG. Y a 60 fps.

 

Ruta Dragón es todo un circuitazo. Un curioso complejo donde se entrenan los Lakitu ninja (¿?), con variedad de tramos convencionales y antigravedad y un nivel de dificultad ajustado, pero con un sólo camino. La Base Polar, uno de mis favoritos del DLC, es una pista que se bifurca (o trifurca, si encontramos atajos) constantemente y que nos permite saltar de un tramo a otro de la pista en las ocasiones en que se entrecruzan para buscar la mejor curva en cada momento, hay muchos segundos de time trial que rascar ahí.

 

Y llegando a las estrellas del DLC, los circuitos crossover. La Arena Excitebike tiene un trazado simple que bien se podía haber reducido para convertirse en el Parque Bebé de 8 vueltas insanas, pero tiene la peculiaridad de que los obstáculos, rampas, manchas de barro y propulsores, tienen una posición aleatoria diferente en cada partida, y es cuestión de aprendizaje en una vuelta y retención para las siguientes.

 

El circuito de F-Zero, Mute City, no decepciona en absoluto. Completamente antigravedad, con rampas, saltos y curvas locas (aunque se echa en falta alguna parte tubular), y con zippers constantes en el suelo para que la velocidad no decaiga, e incluso la línea de meta es un propulsor. Además, aquí no hay monedas, sino que hay que acercarse por las zonas que en F-Zero te recuperarían la energía para conseguir el extra de las monedas.

 

Y el que se supone que es la joya de la corona, el Circuito de Hyrule, lo es más por los detalles que por el circuito en sí, que aunque bien tiene un gran recorrido, no es ni mucho menos de los más complejos. Pero tiene magia. Sustituye las monedas por rupias (incluso el item de la caja de objetos), la ruleta de objetos suena como si fuésemos a abrir un cofre, los turbos con choque de la zona antigravedad son interruptores octaédricos con sorpresa si los activamos todos, a los laterales de la carretera no hay Plantas Piraña sino Babas Deku,... Son demasiados detalles como para no sonreir inevitablemente al recorrerlo, y si el circuito de Animal Crossing que llegará en mayo tiene sólo la mitad de detalle que éste, será todo un rompemoldes.

 

¿Tienes un Amiibo? Tienes un traje extra.

 

Podríamos ponernos ultra exquisitos y decir que estos circuitos y los nuevos personajes no tienen sellos para Miiverse, o que los trajes que los Amiibo darán a los Mii son simplemente trajes y no alteran las características del personaje, pero es que ni mucho menos son motivos para tener algo que objetar ante un DLC tan ejemplar, un DLC hecho después de lanzado el juego, después de arreglados sus problemas, a un precio que asusta (para bien) y de una calidad que en ningún momento deja ver que es algo 'de pega' o con menor esfuerzo.

 

Si acaso, es un contenido para jugadores tirando a expertos. Aunque en 50cc todo es fácil, no hay un Circuito de Mario o una Pradera Mu-Mu que facilite las cosas para los novatos, pero al fin y al cabo un DLC ha de ser exactamente esto, un contenido extra que complementa a un juego que ya estaba completo con algo único, hecho para quienes quieren más. Un ejemplo a seguir.


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