El discurso de WiiU gana fuerza con la nextgen
No sé si os estará pasando como a mí, que tras ver todas las leches que les estan dando a los primeros juegos next gen, como Ryse, Dead Rising 3 o Crimson Dragon, la WiiU y su propuesta me empieza a parecer más interesante.
No la consola en sí, entendedme, pero sí su filosofía y la de Nintendo. Desde Wii han dejado de lado su apuesta por ser punteros tecnológicamente pero nunca sus ganas de ofrecer juegos divertidos, algo que siguen demostrando con títulos como Super Mario World 3D. Al salir la WiiU, yo, como muchos, ridiculicé la postura de Nintendo por sacar una consola desfasada a las puertas de la Next Gen, pero ahora y como dije, ya no estoy tan radicalmente en contra.
Producir los títulos de nueva generación son caros y tienen la obligación de demostrar demasiado en lo que a gráficos se refiere. No en diseño artístico, no en definición de un mundo maravilloso, sino simple y llanamente en potencia gráfica; porque el jugador se ha dejado quinientos euros para que le sorprendan y tiene que ser sorprendido. Sin embargo, a veces, da la impresión de que ese esfuerzo impide que se trabaje en lo importante. En Dead Rising 3 hay muchos zombis, pero podréis leer por ahí que como sandbox que es no aporta mucho, o Ryse, que es precioso y nada más.
WiiU, ahora mismo, está ofreciendo una vía alternativa a PS4 y XboxOne, una que dice que se pueden hacer juegos divertidos sin necesidad de tanta tecnología. Entendedme, me encantan las mejoras que aportan la nueva Playstation y la nueva de Microsoft y cuando pueda me compraré una, pero también es verdad que puede que haga falta que siempre haya una consola menos potente, una que permita la producción de juegos como Super Mario World 3D. Al no poder ir más allá en la parte técnica, no se trabaja en ese apartado, se hace en el artístico y en el jugable. Es algo parecido a lo que sucede ahora con los juegos indie y con los que llegan a las portátiles, al existir un techo en lo que pueden invertir en tecnología, buscan nuevas vías y mecánicas sorprendentes que suplan el resto de apartados del juego.
En esta línea tenemos también a la Ouya, otro soporte para juegos menores aunque ésta falla al carecer de un monstruo como Nintendo dándole soporte, la auténtica clave de todo esto. ¿Es posible que el modelo de WiiU se extienda? Lo normal es que salgan consolas cada vez más y más potentes ¿pero y si se estandariza la existencia de consolas menos poderosas, para soportar producciones menos costosas pero que brillan en esa plataforma? Algo parecido como sucede con las portátiles, queremos parir un Gravity Rush y queremos que sea un AAA. Sacarlo en PS3 es caro, pero no lo es en PSVita. Quizás lo razonable sea eso, ir en dos vías paralelas. Lo que está claro es que con los batacazos que se están llevando los juegos de lanzamiento, el discurso tras WiiU cobra más fuerza que nunca.
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