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El dedo en la llaga: hay que apretar más

La diferencia entre AAA e indies es algo más que un favoritismo
Por Dayo

Este artículo es una respuesta a El dedo en la llaga ¿estamos siendo justos con el mercado?

 

Al leer uno de los comentarios hacia su análisis de Super Smash Bros. Brawl Yahtzee respondió ante las acusaciones de ser demasiado duro y sibarita: “Sí, señalo cada elemento malo en un juego, pero una vez más, soy un crítico. Sería raro si no lo hiciera”. En el breve tiempo que he pasado en el mundo de la crítica de videojuegos he visto unas cuantas opiniones que me han definido como exigente, agresivo o, por supuesto, resabido y pedante. A lo que vengo es a señalar los dos primeros adjetivos, porque personalmente mi religión me pide ser exigente y agresivo.

 

Ayer mi estimado compañero Rafa del Río escribió una interesante pieza en la que reflexionaba sobre los estándares de público y crítica hacia los videojuegos y señalaba que quizá estábamos siendo demasiado pedantes, permisivos con los indies y agresivos con los AAA. No he tenido el placer de conocer a Rafa, pero a través de la conexión humana que pueda proporcionar un teclado e Internet he visto que es una persona amable, razonable y en general un tipo de los que da gusto conocer.

 

Pero no coincido con lo que dice.

 

Aquí voy a hablar exclusivamente como crítico y hacia los críticos. Dicho esto, creo que no somos lo suficientemente duros. Cualquier persona que me conozca sabrá que soy un condenado exigente que no sabe disfrutar de la vida y que sólo sonríe porque si no alguien acabará descubriendo que, en efecto, soy un robot: analizo prácticamente todas las producciones artísticas que veo y si alguien me pregunta mi conclusión las más de las veces seré negativo. No veo esto como pesimismo sino como una forma de entrenamiento ya que opino que la crítica ha de ser implacable.

 

Un buen crítico sirve a muchas funciones: descubre nuevas obras, enseña sobre el medio que analiza y ejerce de medidor. Esta última parte es a la que se le da más importancia en la prensa de videojuegos, de modo que tiraré por ahí: las obras que un crítico valora como buenas, en teoría, merecen nuestro dinero, tiempo y atención.

 

Ahora ¿qué ocurre si un crítico le dice que sí a todo?

 

Sin ti?tulo 2 22

 

Los estándares son importantes y tiene que haber una forma de separar lo bueno de lo malo: la gente no pierde la confianza en la prensa cuando le ponen un 10 a Call of Duty porque lo estén disfrutando. Yo hice pedazos a Beyond: Dos Almas y me gusta saber que hay gente disfrutándolo. La gente pierde la confianza porque lo que está haciendo es bajar sus estándares. Si el último Call of Duty tiene la misma nota que, digamos, Spec Ops: The Line entonces estamos perdiendo el tiempo. Como dicen en Extra Credits ¿cómo diferenciar así un juego bien ejecutado de un título más trascendente?

 

Hay muchos matices a la afirmación de Rafa. Continuando con las citas, Adrian Chmielarz dice que “un mal AAA es malo de todas las formas evidentes, mientras que un mal indie aún puede ser inspirador”, y eso lo resume todo. También he jugado a Contrast y no es ninguna obra maestra. Tiene una trama desaprovechada, un diseño anticuado, una jugabilidad plana, es técnicamente limitado, repetitivo y poco orgánico tanto a nivel mecánico como argumental. No recomendaría a nadie que pagase mucho por él. Pero aún así tiene más valor que Call of Duty: Ghosts porque se atreve a ir más allá con sus temas y sus mecánicas, aunque lo haga a medias. Nunca da en el centro de la diana, pero su forma de actuar llama la atención e invita a hacerse preguntas como: “¿por qué no hacer un videojuego que profundice en la ruptura matrimonial?” o “¿por qué no aprovechar la maleabilidad de los videojuegos, similar a la animación, para construir mundos que se adapten a la psique del personaje y hablen de él sin necesidad de diálogos?”

 

Pero sí, como producto Ghosts es sólido. Es lo que dije de Call of Duty: Black Ops II, que funciona como entretenimiento palomitero, y ese es un matiz importante. Piensa en todas esas películas que has ido a ver sólo para que enciendan un proyector delante de tus narices. Hace poco fui a ver Al encuentro de Mr. Banks y lo pasé bien mientras duró, pero tengo muy claro que me olvidaré de esa película y que no aportará nada a mi vida o al medio. Esa es una distinción muy importante que no se realiza con los videojuegos: un 9 es lo mismo para Rayman Legends que para Papers, Please, y aunque ambos son dos juegos excelentes el primero es una secuela más bien continuista a un plataformas y el segundo es una reflexión social.

 

Y hay indies que no me gustan. No me gusta Linger in Shadows. No me gusta Bientôt l’été. No me gusta Starseed Pilgrim. No me gustan un montón de indies que no he comprado porque, bueno, no me gusta gastar el dinero en lo que sé que no me gustará. Pero tienen más valor que Prototype 2, Medal of Honor: Warfighter o Defiance. Mi compañera Gracia me definió en Twitter como “el azote de los AAA”, título que creo que se me antoja excesivo porque ni soy tan grande como para poder azotar a nadie ni me considero tan exigente como para que realmente pueda causar temor. Es cierto que si miras muchos de mis videoanálisis soy muy agresivo con los AAA (con GTA V incluso me río de la idea de que me parezca excelente), pero si lo hago es como una respuesta a esa misma visión laxa de la que hablo: en mi análisis de The Last of Us ocupo más de la mitad del vídeo en criticar varios aspectos de su trama y narrativa, pero aún así es uno de mis juegos favoritos de 2013. La intención subyacente de muchos de mis vídeos es romper la concepción de que estos títulos son lo mejor que se ha inventado desde los bocadillos de chocolate: estoy harto de ver GOTY tras GOTY llegar y luego ser superado sin que haya mucho sentido de trascendencia. Veo a la prensa mirar con demasiada permisividad, dejando pasar elementos sobre los que creo que habría que llamar la atención. El resultado es que todos tienen nueves y dieces, y así es difícil extraer valor de nada.

 

No creo que haya que dividir, como Rafa propone, entre indies y AAA a la hora de analizar. Son todo obras de arte y se miden todas bajo el mismo rasero. Pero si unas pertenecen a una escena en movimiento y otras a una escena estancada y continuista, entonces tendremos motivos para ser más favorables con unas que con otras.


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