El crecimiento emocional de los personajes de Xenoblade Chronicles 2 es una maravilla
Xenoblade Chronicles 2 me ha sorprendido gratamente. Además de por su combate, quiero destacar el trabajo que se ha hecho con sus personajes, con lo mucho que cambian desde que los conocemos hasta que los abandonamos. Los videojuego japoneses suelen presentarnos héroes y villanos sacados del recetario de personalidades anime, está el tipo introvertido a lo Cloud, el chico atontado tipo Ryuji Sakamoto, el intelectual, el… Y lo mismo se le aplica a las chicas. La evolución de estos personajes en una historia suele ser la de presentarlos como los estereotipos que son y cambiarlos hacia la mitad de la trama, cuando se revela un dato oscuro de su pasado que te descubre que son como son por culpa de un trauma, que todo es fachada.
Los héroes de Xenoblade Chronicles 2 también se presentan como estereotipos de su género, pero estos están muy bien trabajados, no necesitan revelar algo turbio para suavizar los rasgos de personalidad impuestos por el género, tan solo conocer a nuestro protagonista. Con las primeras charlas empieza un estupendo proceso de desnudar el alma del personaje, pero siempre desde el plano superficial, y hacerlo es difícil. Monolith Soft usa así la presentación de un personaje como estereotipo para retratar ese momento en el que no conocemos a alguien y nos quedamos solo con la primera impresión, pero tras cruzar un par de palabras descubrimos que es alguien rico e interesante.
Lo interesante es que estos cambios de conducta es que no se provocan tras una gran revelación, se integran de manera natural y fluida en la relación que tenemos con nuestros compañeros. Al principio son un cliché, pero poco a poco se va derritiendo esta opinión preliminar de ellos y dan la impresión de ser más ‘personas’, poco a poco.
Por supuesto que sigue habiendo grandes revelaciones y pasados turbios, pero quiero destacar por encima de esos momentos las conversaciones que nuestros héroes tienen entre ellos, charlas vacías pero rellenas de intención que se activan en zonas concretas. Por ejemplo, nuestro protagonista es el típico personaje shonen, pero a medida que lo conocemos a través de estas conversaciones descubrimos que le encanta la ingeniería náutica y que le preocupa mucho el dinero.
Ya lo veréis cuando lo juguéis, pero en estos cuatro capítulos que he podido jugar para realizar este avance esto me ha sorprendido mucho, me he descubierto a mí mismo adorando a los personajes, entendiéndolos y queriendo saber más de ellos. Admiro mucho esta labor por parte de la desarrolladora, sobre todo viniendo de otras dos entregas en las que esto no estaba ni tan pensado ni tan bien integrado.
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