El comienzo de The Last of Us continúa siendo devastador y perfecto
Era el año 2013 cuando Naughty Dog apostó todo por su nueva obra, variando por completo las experiencias a las que nos habían acostumbrado en las últimas décadas: juegos desenfadados de aventuras. Neil Druckmann y Bruce Straley querían algo serio y realista, como comentaron en multitud de entrevistas. Tras tantos años cuesta pensar que la compañía lanzara The Last of Us con mucho miedo y temor, pensando que los jugadores no iban a encontrar la gracia a un videojuego tan personal y tan diferente a sus anteriores proyectos. Ya conocemos el resto de la historia.
Estamos preparando el próximo MGPodcast+ que dedicaremos al completo a esta obra (id jugando si queréis disfrutar del programa junto a nosotros) y es imposible no rendirse ante el comienzo de The Last of Us. Los primeros minutos del juego nos sitúan 20 años antes de los sucesos de la trama principal, cuando el pánico se desata en todo el mundo por la pandemia que transforma a los infectados en criaturas violentas y peligrosas. El ejército sale a las calles con la misión de acabar con todos ellos y de tomar precauciones extremas.
Nosotros controlamos a Sarah en estos primeros minutos, una pequeña de 12 años que busca a su padre Joel por su casa, mientras el caos comienza a suceder fuera. Cuando por fin le encontramos somos testigos de los efectos de este extraño virus en nuestros vecinos: nos intentan atacar y Joel sólo puede disparar su pistola para acabar con su vida y salvar la nuestra. Toca huir de la ciudad para evitar este terrible peligro con la ayuda de Tommy, el tío de Sarah. La huida en coche termina en un desastroso accidente que sirve para intercambiar el control de personajes: ahora somos Joel y tenemos que llevar a Sarah en brazos porque parece haberse roto la pierna. Gritos, devastación y terror. Las calles lloran. El fuego se expande. Estas criaturas comienzan a asaltar a todos y a matar sin compasión. Cuando Joel cree haber escapado se topa con uno de los miembros del ejército que, tomando precuaciones, dispara siguiendo órdenes y Sarah resulta herida. Termina muriendo en los brazos de Joel en una de las secuencias más dolorosas y desgarradoras de la historia de los videojuegos.
Neil Druckmann, director creativo y guionista de The Last of Us, comentó que este comienzo era necesario para mostrar la crudeza y el dolor del mundo que despertaba esa misma noche. Esa pérdida forma parte fundamental de la historia y de la construcción del personaje de Joel, por eso querían que se representara al inicio de la historia y de esta manera. Hasta el momento no eran conscientes de que ningún videojuego hubiese mostrado una escena similar, e incluso sabían que muchos videjuegos (como la saga GTA) simplemente eliminaban la presencia de los niños en sus mundos para evitar estas situaciones. También pensaban que alguien de Sony iba a pedirles que lo eliminaran o que lo cambiaran, por sobrepasarse. Pero eso nunca ocurrió.
El comienzo de The Last of Us es perfecto porque funciona avanzando en múltiples direcciones simultáneamente. Sirve para poner al jugador al corriente de lo que sucede, para que comprenda el alcance de esta pandemia y para que supongamos que el mundo no va a volver a ser igual nunca más. Funciona como aviso para lo que nos espera: una aventura seria, terrible y realista. También se nos presentan a dos personajes fundamentales en la vida de Joel y, por encima de todo, la pérdida de Sarah, desgarradora e inolvidable, permanecerá en nuestra mente durante el resto de la aventura, tal y como ocurrirá durante la vida al completo de Joel. Sabemos que es algo de lo que jamás podrá recuperarse.
En otras entrevistas, Troy Baker, actor encargado de interpretar a Joel, comenta que esta fue la escena más complicada de rodar de todo el videojuego. Fue una de las últimas que realizaron y en las semanas previas era incapaz de dejar de pensar en ella. Interpretar que tu propia hija muere en tus brazos. Es una escena cruel pero necesaria en The Last of Us.
Un comienzo perfecto para una obra que reúne en esos primeros veinte minutos todo lo que el jugador necesita asimilar para embarcarse en una experiencia diferente a todo lo que el mundo de los videojuegos había planteado hasta entonces. Siete años después es imposible revivirlo sin volver a sentir un nudo en la garganta durante estos primeros e inolvidables minutos.
<< Anterior Siguiente >>