El comienzo de Halo es una mezcla entre Star Wars y Half Life que sigue funcionando hoy
Además de nuestro MGPodcast+ especial sobre trenes emocionales en los videojuegos, le dedicaremos otro a la saga Halo. Si os he de ser sincero, nunca me he atrevido con ella, algo que estoy comenzando a corregir desde la semana pasada. Comenzando por el título original, he de reconocer que el primer Halo se ve algo viejo en 2020. El sistema de apuntado no es tan fino como el de los títulos actuales, las conversaciones y tutoriales son muy propias de su época, y también el diseño situaciones, escenarios y enemigos.
Sin embargo, Halo es un juego muy de su tiempo dicho en el mejor de los sentidos. Rezuma buenos 'dosmiles'. El arranque de la aventura nos pone en la armadura del Jefe Maestro. Su nave está recibiendo un ataque por una fuerza invasora y al jefe le implantan a Cortana para que huya con ella y la salve. Este comienzo no puede ser más parecido al del capítulo séptimo, el original, de Star Wars.
En la película son las tropas de Darth Vader las que irrumpen en la nave rebelde. La princesa Leia le introduce a R2D2 un mensaje de auxilio y le pide que se salve para que se lo haga llegar a Obi Wan. En Halo, R2D2 es el Jefe Maestro, y ese mensaje es la maravillosa Cortana.
Lanzado en el año 2001, Halo: Combat Evolved apareció durante el resurgir de Star Wars, entre el estreno del correcto episodio 1 y el abominable episodio 2, por lo que es fácilmente comprensible el motivo de hacer suya esta referencia. Lo simpático es cómo se le narra al jugador todo esto, apoyándose en otro titán de esos años: Half Life.
Publicado en 1998, el videojuego de Valve inició la integración de historias densas e interesantes en los shooters, sentando cátedra de cómo contarlas. Los ecos de Half Life llegan hasta nuestros días. Tanto es así que es un videojuego clave para entender la ludonarración. Cuando el Jefe Maestro se despierta, la forma en la que los tripulantes de la nave se dirigen a él, los scripts de las explosiones, la forma de mirar a través de ventanas a otras salas, etc, es puro Half Life. Es decir, el arranque de Halo es una mímesis del comienzo de Star Wars narrado por Gordon Freeman.
Es por esta mezcla por lo que funciona tan bien el inicio de este videojuego, por lo que te devuelve a los comienzos de los ‘dosmiles’ con tanto cariño, porque sabe hacer una estupenda lectura de estas dos ficciones, fusionarlas y hacerlas suyas. Y tras este punto de partida, Cortana comienza a hablarte. Y ya estás dentro de Halo. A ver a dónde me lleva este viaje.
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