El comercio tradicional se derrumba
La semana pasada se anunció el cierre de Play. El cierre de Play tal y como lo conocemos, ya que pasará de ser una tienda online a una especie de bazar a lo eBay. La noticia, eso sí, es significativa en tanto que marca una tendencia sobre la evolución en la venta de videojuegos en los últimos años. Llevamos tiempo enterrando la tienda tradicional por la online, pero parece que ni siquiera esta va a aguantar el empujón del formato digital.
Hay que dejar claro que si Play cierra el chiringuito es porque una de las leyes sobre las que se asentaba, una que permitía eliminar el IVA a productos de bajo coste, se ha derogado por lo que su razón de ser, los chollos, se iba a quedar en nada. Y así, como que no quiere la cosa, decimos adiós a otro de esos símbolos del comercio que habíamos asociado a los videojuegos baratos en los últimos años.
Lo que queda claro es que en la última década el comercio tradicional ha sufrido un cambio radical en sus estructuras. Cojamos el ejemplo del Reino Unido, un país en el que la cultura es un bien preciado y en el que las grandes cadenas siempre tenían sus ofertas y sus precios competitivos para animar al comprador a dejarse sus libras. Del ecosistema que podíamos encontrar a principios de siglo, con una Virgin como jugadora dominante, hemos pasado a un páramo en el que sólo sobrevive HMV, y con persistentes rumores de cierre a sus espaldas, y donde ya sabemos lo que le pasó a Game.
Pero esta transición ya no se reduce al modelo de la tienda online, que permite aún mayores descuentos, sino que la tendencia está migrando hacia la tienda online de productos digitales. En otras palabras, Steam. Puede que el pasado 2012 haya sido el de la explosión de este modelo de negocio. O, quizá, el primero en el que varios de los grandes actores han visto claro que ahí se juega el futuro. Sony ha potenciado la PSN, Nintendo ha hecho lo mismo con la eShop, Microsoft se plantea introducir dinero real... Y todo esto sin contar con las rebajas. Las famosas rebajas que ya han hecho acto de presencia en Xbox Live o PSN.
Todo indica que, al final del camino, el modelo de Steam es el que va a dominar el mercado en los próximos años. Y, vistas como están las cosas, no me arriesgo a poner fechas porque el día menos pensado a Valve se le cae el castillo de naipes. Pero sí que se observa que el consumidor se encuentra agusto en este mercado. Uno en el que cada pocos meses tienes rebajas, escandalosas en muchos casos, y en el que se ha impuesto de manera definitiva el modelo digital.
Aún recuerdo las discusiones sobre tener los juegos físicos o digitales. La discusión tenía su sentido cuando la diferencia radicaba en unos pocos euros de diferencia. Hoy, cuando si estás atento te puedes llevar toda la saga Grand Theft Auto por menos de ocho euros —y doy fe de ello—, ese debate ha desaparecido. No es una cuestión de que el formato digital sea más o menos práctico, es que, a la larga, siempre sale más barato.
Me pregunto cuál va a ser la evolución en España, país donde estamos en mantillas en temas de estrategias comerciales si nos comparamos con el extranjero. Game ha puesto en marcha una tienda online en un movimiento interesante pero ya circulan las apuestas respecto a la caída del modelo FNAC. Es un buen indicador ver el peso que ha ganado el videojuego en sus centros respecto a la música o el cine, productos que se venden a cuentagotas, por lo que la popularización de las ventas online podría ser un golpe doloroso al que habrá que estar atento.
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