El cierre de Motiga y la muerte prematura de Gigantic

Siempre es una pena que un estudio desarrollador cierre sus oficinas. A no ser que pertenezca a una criatura infame, como Dalas. Por desgracia, el último caso es uno que a mí me ha llegado bastante, y es que le ha tocado el turno a Motiga, el estudio desarrollador de Gigantic.

 

Ha pasado casi un año desde que os hablé por primera vez de este juego MOBA con toques de shooter, un juego que también el compi Mou os ha comparado con League of Legends, Overwatch o Paladins. Gigantic es un título exclusivo para Xbox y Windows 10 que apenas ha nacido. Un juego que ve su vida agotarse antes siquiera de que ésta empiece. Pero, ¿cuáles son los motivos que han llevado al cierre de Motiga?

 

Chris Chung ha explicado que se trata de una “decisión presupuestaria a gran escala” realizada por la empresa matriz de Motiga, Perfect World Entertainment. “Perfect World como empresa pública tiene un objetivo de rentabilidad y decidieron cortar partes de la empresa que no eran rentables”, ha comentado Chung a través de un comunicado oficial. “En resumen, Gigantic no estaba obteniendo suficientes ingresos. Desafortundamente, Motiga no es el único estudio de Perfect World que se ve afectado por la decisión”.

 

Pero Perfect World Entertainment, como indica Chung, no se ha quedado tranquila con esta decisión. La empresa también ha cerrado Runic Games, desarrolladora responsable del brillante Torchlight (el que para mí es el descendiente espiritual de Diablo II). Parece que los chinos están llevando a cabo una reestructuración de la compañía y los estudios que más calidad ofrecen, al no ofrecer la misma cantidad de billetes, se van a la calle.

 

 

Aunque Chung ha prometido que un grupo de “colegas” van a seguir voluntariamente manteniendo activo Gigantic, está claro que estamos ante otra muerte prematura. Un juego que, a pesar de entrar a un mercado colapsado, tenía muy buena pinta y posibilidades de crecer, se encuentra ahora manteniéndose con vida solo por caridad, por piedad, por cariño y lástima. Una lástima es perder un juego así, que podía aportar un toque distinto al género, aunque sea dentro de ese mundo seguro de no arriesgarse con la innovación.

 

Como he dicho al principio, siempre es una pena decir adiós a un estudio, sobre todo cuando su proyecto acababa de ver la luz y no podrá vivir mucho tiempo. Perfect World, sólo espero que te arrepientas de esto.

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