El CES del avance tecnológico real

Cada mes de enero, la fabulosa ciudad de Las Vegas acoge el Consumer Electronics Show, más conocido como CES, o el lugar donde se presentan los nuevos avances tecnológicos en cuanto a aparatos electrónicos, y esto nos toca en cierta medida a los jugadores. Hay avances en televisores, en reproductores de Blu-Ray, en tablets y smartphones y hasta en aspiradoras, pero si bien los videojuegos no son ni mucho menos el plato principal de esta feria, la forma en que los jugamos podría llegar a cambiar mucho en el futuro en función de lo que aquí se presenta.

Y otros años no teníamos mucho más que demostraciones de potencia gráfica bruta. Nuevas tarjetas gráficas para PC, nuevos procesadores para smartphones, nuevos motores gráficos, y como mucho, algún experimento que finalmente no ha llevado a ningún sitio como la Nvidia Shield. Por supuesto, este año también hemos tenido de eso, y ahí está la Tegra K1 moviendo el Unreal Engine en un móvil.

Pero en el fondo, no son más que avances de cara a la galería, nada que nos haga ver los videojuegos de una forma diferente. Sin embargo, este año ha habido muchas cosas muy interesantes que podrían hacer un futuro enlos videojuegos muy diferente al que podríamos esperar basados en un presente continuista. Y en gran parte, gracias a Oculus Rift.

Oculus VR ha vuelto a mostrar su producto en una feria, como siempre, cada vez con un avance diferente que hace del Oculus Rift algo cada vez más apetecible. Si bien la última vez teníamos un prototipo en HD, anoche presentaban el proptotipo Crystal Cove, que añade un par de interesantes novedades al dispositivo.

Este nuevo prototipo de Oculus Rift viene con un interesante panel OLED que refresca cada píxel en cada fracción de milisegundo, como si parpadeasen constantemente, algo que, según aseguran sus creadores, no hace cualquier panel OLED y que elimina la borrosidad por movimiento y la fatiga visual que puede llegar a causar mareos.

Además, ahora introducen un sistema de posicionamiento y detección de movimiento, una pequeña cámara que detecta todos esos pequeños lunares blancos de la carcasa del Oculus Rift que permite detectar, no sólo la inclinación y el giro del cuello, sino el movimiento de la cabeza adelante y atrás. Y con esto, se pone solución a uno de los mayores problemas, que era la limitación de géneros en los que podía ser útil Oculus Rift, juegos en los que el uso del joystick derecho fuese secundario. Ahora podremos hacer todo el movimiento del personaje, sencillamente moviendo el cuello. Y lo mejor de todo...

Sony también tiene su propuesta de casco de realidad virtual, pero ni está tan interesada por el bajo coste, teniendo en cuenta que el anterior modelo se comercializa por unos 999 dólares, ni incluye tantos avances como el Oculus Rift. Por el momento, sólo es una pantalla gigantesca metida dentro de unas gafas, pero que haya competencia siempre es algo sano de cara a que Oculus VR termine por traernos en este 2014 el mejor producto posible.

Sony también ha lanzado su moneda al aire con el servicio PlayStation Now. Y faltan muchos detalles por conocer de Gaikai aplicado a la biblioteca de juegos de PlayStation, pero por el momento ya nos estamos haciendo muchas preguntas sobre PlayStation Now y lo que podría significar la gran solución a la retrocompatibilidad, pudiendo jugar a The Last of Us o Puppeteer sin necesidad de una consola de sobremesa, sólo desde una PS Vita, o incluso desde una Smart TV conectada a internet con un Dual Shock 3 vía USB.

Las Steam Machines también han tenido una aparición de peso en este CES. De hecho, hasta la decepción de conocer características y precio, era la novedad más esperada de toda la feria en la materia que nos concierne, y aunque al final ha resultado ser un nuevo proyecto de ofrecer PCs más comodos de comprar con el añadido de SteamOS y el Steam Controller, las Steam Machines pueden llegar a ser interesantes en un futuro más lejano.

Por ahora pueden parecer una tontería, pero Steam también parecía una plataforma absurda cuando nació hace ya más de diez años. Por poco atractivas que parezcan ahora las Steam Machines, podrían llegar a convertirse en esos PCs capaces de competir con las consolas en el salón, y no hay que perderles la pista.

Pero más que las Steam Machines, en cuanto a hardware de PC, lo más interesante que se ha mostrado en este CES ha sido el Project Christine de Razer, algo que bien podría estandarizarse para eliminar una de las características del juego en PC que echa mucho para atrás a muchos ajenos, que es el ensamblaje del equipo en sí.

Con este equipo modular en el que todo tiene el mismo aspecto y que está perfectamente detallado especificando qué es cada módulo y siendo algo tan sencillo como conectarlo y disfrutarlo, las actualizaciones de un equipo se simplificarían, y gracias a la arquitectura PCI-Express del Project Christine cualquier módulo nuevo se sincronizaría automáticamente. ¿Que necesitamos más potencia gráfica? No hay que hacer malabares o comprar otra torre para encajar una gráfica más grande, o peor aún, dos gráficas que podrían llevar a tener que hacerse con otra placa base. Insertaríamos un módulo GPU adicional y listo.

Claro que sobre el papel todo este Project Christine suena ideal como el PC para casuals, y aunque faltaría como siempre hablar de precios, la idea de la estandarización de los módulos de PC resulta innegablemente atractiva.

Y todo esto en un día. Un CES para recordar.