El arcade de Overwatch abre muchas puertas
Overwatch necesitaba la última actualización. No soy de los que cree que el juego llegase escaso de contenido; su concepción y el entorno competitivo en el que planea moverse exigen memorizar ciertos elementos (escenarios, héroes y combinaciones clave). Aun así, las trifulcas semanales no han terminado de dar en el clavo a la hora de ofrecer variedad y sí que he echado de menos algún modo que fuese más allá de los enfrentamientos entre equipos de seis. Pero podía ir tirando.
Desde la web oficial del juego, la llegada del arcade se describe como 'una nueva manera de jugar'. No me atrevería a decir tanto, pero sí que creo que su implementación supone una manera mucho más eficaz de evaluar tus aptitudes, forzarte a salir de tu zona de confort y explorar futuras novedades. Hace pocos días que está entre nosotros pero ya soy incapaz de concebir Overwatch sin sus nuevos modos.
Todos tenemos dos o tres héroes predilectos. Lo malo de los enfrentamientos tradicionales entre doce jugadores divididos en dos equipos es que es más complicado identificar tus aptitudes como jugador en solitario. De eso va Overwatch, de la importancia del trabajo en equipo y de que nadie es imprescindible, pero entre tanta gente es más difícil encontrarte en situaciones de inferioridad que expongan tus puntos flacos ante determinados héroes. ¿Eres bueno con Mei en cualquier circunstancia o en todas? Ahora puedes salir de dudas.
Por ese motivo veo tan acertada la llegada del duelo 3 contra 3. La permadeath y la ausencia de los paquetes curativos te lanzan a un escenario hostil donde la estrategia y el sigilo son bastante más cruciales. Creo además que esta nueva modalidad dará con bastantes jugadas dignas de compartirse, con lo que de rebote Blizzard ha sabido dar con un sistema que permite pulir debilidades y promocionar al juego a la vez.
La implementación permanente del modo 'héroes misteriosos', una de las trifulcas semanales más acertadas, te obliga a ir probando aquellos personajes con los que no te terminas de familiarizar en un contexto más indulgente. A pesar de que la de Overwatch no es, ni de lejos, la comunidad más tóxica, sí que puedes acabar dando con algún comentario fuera de tono en las partidas rápidas que aquí no tendría tanta cabida. Es un modo alocado, para pasar el rato, pero también uno en el que aprender entre risas.
Algo parecido ocurre con el duelo misterioso, un enfrentamiento similar entre dos jugadores que controlan a un héroe aleatorio durante nueve rondas. Este quizás es el añadido que necesita más movimiento, también porque estamos acostumbrados al habitual frenetismo de Overwatch, pero algunos duelos como el de las dos Symmetra se hacen bastante cuesta arriba. Aun así seguro que da con sus partidarios y no dudo que los más centrados en el entorno competitivo le verán una profundidad extra.
Para terminar, lo que también me parece positivo del arcade es que finalmente se ha establecido una nueva manera de obtener cajas de recompensa. Hasta ahora, únicamente se podían conseguir subiendo de nivel, comprándolas o mediante algún evento muy puntual como la etapa de Halloween. Ahora, cada semana podremos obtener 3 cajas extra al acumular tres victorias en cada modo. Sirven de aliciente para terminar de lanzarte y conmigo han funcionado, aunque la del enfrentamiento en solitario se sigue resistiendo.
Con la reciente llegada de Sombra, el Arcade, el anuncio de la Liga, el próximo inicio de la tercera temporada con su -otra vez- nuevo sistema de puntuación, los nuevos mapas y la promesa de más contenido hasta 2016, Overwatch es un título en constante cambio. Si sois escépticos, este fin de semana podéis salir de dudas con su período de prueba gratuito en todas las plataformas. Está siendo un año movidito, tanto que podría ser el primero en el que incluya un videojuego centrado en el multijugador en mis imprescindibles. Veremos qué nos depara hasta enero.
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