Echémosle un poquito de amor
El debate de estos dÃas ha causado demasiada toxicidad

De toda la vida en mi familia se ha comprado El Mundo. Los viernes viene incluido con un suplemento, La Luna de Metrópoli, que tiene, entre otros, críticas de cine y música. Desde hace años cada viernes he leído ese suplemento como si fuese un acto religioso. Le debo a Bermejo, a Marinero y a Luchini buena parte de lo que soy ahora. Desde que empecé a leerles han sido para mí ilustres figuras que me han guiado y enseñado. Leer uno de sus textos me enfrenta a una persona con cine y no sangre en las venas. Siento una mezcla entre fascinación y envidia al ver cómo contemplan el séptimo arte. Desde que era niño y compré por primera vez la Hobby Consolas, la Micromanía, la crítica ha sido algo que ha formado parte de mi vida. Me ha guiado, instruido. Según he crecido y, espero, madurado, he llegado a la conclusión de que, cuando llegue el relevo y pasen la antorcha, quiero ser uno de los que la tomen para así causar esas mismas sensaciones a futuros lectores.
Estos últimos días no han sido agradables. Ha habido debates, insultos, ataques, excesos, sospechas, acusaciones, contraataques. La crisis da lugar al cambio y cambio es algo que esta industria necesita, pero eso no quita que sea un proceso que me deja un sabor amargo en la boca. Por eso me gustaría recuperar algo de positivismo, recordar que este es un debate que ocurre porque nos preocupamos.
Hoy es el día de los videojuegos, o al menos así dice Axel Springer. Si fuese como la fiesta del cine y bajasen los precios entonces quizá le vería algo de valor, pero más allá de eso este día pasará igual que han pasado todos los demás. No sé qué demonios se hace el día de los videojuegos ni por qué precisamente hoy es el día de los videojuegos. Pero hay tanto pesimismo a nuestro alrededor, tantas críticas, tantos gritos, que estoy dispuesto a fingir por un momento que esto es algo oficial. Creo que necesitamos un día de los videojuegos, no porque ayude a reafirmar nuestra cultura sino porque, a juzgar por los eventos recientes, un poco de luz, sonrisas y compañerismo nos podrían venir muy bien. Tomémoslo como nuestra particular Navidad: finjamos que somos todos hermanos y abracémonos. Luego volveremos a nuestros puestos y seguiremos echando mierda como siempre ha ocurrido y siempre ocurrirá, pero parémonos un momento a recordar que todo esto ocurre por el aprecio hacia el medio, por nuestra voluntad de mejorarlo, de hacer que llegue a nuevos confines, que madure.
Un artículo de VG 24/7 cierra describiendo toda esta situación y nuestra industria como “una cabeza de alfiler en una fábrica de alfileres. Dos perros de mierda ladrándose en un parque”. Somos una pequeña parte de algo mucho más grande. Si queréis hablar de misoginia real, ahí tenéis la violencia de género muy real que mata mujeres reales en la vida real y rompe familias reales. Tenéis casos reales de mujeres reales que han acabado realmente lapidadas porque han tenido la desgracia de nacer en el Oriente Medio real y ha dicho algo realmente inapropiado. Y hablando de Oriente Medio, ahí hay unas cuantas guerras reales y unas cuantas injusticias y atentados reales contra personas reales. Si quisierais hablar sólo de eso, no estaríais aquí.
Pero hablamos de videojuegos. Somos periodistas de videojuegos, consumidores de videojuegos. No digo esto porque “oh, entonces dan igual” sino por todo lo contrario. Matt Lees ya lo decía: “estamos hablando de videojuegos”. Este debate tiene que ver con preocupación por el arte, por el medio. Preocupación porque no hay mujeres suficientes, porque hay diseños excesivos, porque hay insultos y abusos contra ellas. Es lo que nos une. Y en este día, en esta celebración tan aleatoria, me gustaría recordar eso mismo. Dentro de unos meses todo esto habrá terminado y seremos mejores o peores personas, pero los videojuegos seguirán ahí y seguiremos preocupándonos por ellos. Y pase lo que pase, seguirá habiendo misoginia y racismo y xenofobia y pobreza e injusticias en el mundo. Pero lo que nos importa ahora mismo, el motivo por el que todo esto está pasando, es por los videojuegos. Porque hay gente que es tan egoísta como para no querer compartir su aprecio por el medio. Porque hay otros que quieren empujar nuevos temas y preocupaciones. Porque hay otros que simplemente quieren que les den algo digno.
Os quiero, tíos. Incluso cuando me insultáis y me llamáis pedante, me ayudáis a mejorar. Y sólo hoy, por una vez, quiero aprovechar esta estúpida coincidencia por esta estúpida fiesta salida de ninguna parte y decir que, si estoy aquí y hago esto, es porque un día leí a gente que me inspiró a seguir su ejemplo, porque amo este medio y me preocupo por él. Igual que todas esas personas que hacen que me hierva la sangre. Igual que todos los que me apoyan. Sonriamos, aunque sea un poco.


PreferirÃa por un momento dejar de sentirme como Antonio Salieri en Mozart y darte un abrazo como un amigo. Un verdadero seguidor es el que es capaz de mencionar las fallas de quien esta siguiendo, porque es su ejemplo a seguir y/o se preocupa al menos un poco por él. No soy el indicado para hablar sobre eso, me he pasado con... eso, del principio de este comentario (lo siento muchÃsimo) es que aunque una parte de mi quiere desahogarse, la otra quiere que mejores. No me importa si pensamos distinto o si nadie aguanta al otro, quiero que seas cada dÃa mejor persona como asà también quiero serlo, mas culto y mas abierto como tú.
Ya se que es ridÃculo hacer un comentario en un articulo de un dÃa que paso hace casi un año, pero es cierto, necesitamos que El dia de los Videojuegos sea legitimo para cada año, porque lo que necesitamos es unión entre todos nosotros.
Si es que...
Sigue asÃ, amando lo que haces y dando total prioridad a la objetividad y no dejando te llevar por la corriente. Tú acabarás marcando la corriente (o eso espero).
PD: Me la trae al pairo el dÃa de los videojuegos, deverÃamos ser asà siempre y no en un dÃa en particular.
Saludos.
y me importa una mierda si piensan que te estoy sobrevalorando o chupandotela o lo que sea, es lo que pienso.
Te mando un fuerte abrazo!
Sigue asÃ.
PD: Te adoro.
¡A mis brazos!
Y ya imagino que las referencias son intencionales, todo lo que escribimos lo es, supongo, pero resultaba una visión de la historia del arte sesgada y encaminada, en última instancia, a defender tu punto de vista. Sinceramente creo que otro podrÃa hacer lo propio tirando del convencionalismo en la historia del arte. Omitir deliberadamente a aquel porcentaje de artistas que no cuadran con tu parecer es, como digo, sesgar.
Y por último, sÃ, tienes razón, a todos nos afecta el leer ataques hacia nuestra persona. Espero sinceramente que las opiniones que vengo vertiendo no te parezcan ataques personales o malintencionados. Realmente no pretendo hacerlo aunque de vez en cuando pueda tirar, al igual que tú, de cierta acidez o sarcasmo.
Vamos a ver: "Incluso cuando me insultáis y me llamáis pedante", ya, lo que quieras, pero no. Tú mismo has reconocido, en numerosas ocasiones, tu ego, por lo tanto nadie te insulta si alude a tu altivez, es algo que tú mismo asumes (por lo menos aparentemente), asà que no nos perdones la vida, ni lo asócies al insulto (no al menos, a no ser que tú consideres estarte insultando a ti mismo).
Por otro lado, el movimiento se demuestra andando, y yo, a tÃtulo personalÃsimo, y después de leer ya algunos artÃculos tuyos, creo que te sobran Ãnfulas.
Para muestra un botón (haciendo gala, además, de una condescendencia horrible para con la prole. Y luego están las referencias cultas empleadas en el artÃculo, que acaban por resultar todo un sÃntoma del recalcitrante gafapastismo que te posee, y no por ellas en sà mismas, claro, sino por el modo intelectualoide y partidista en que las usas para justificar tu visión):
http://www.mundogamers.com/noticia-los-criticos-que-amaban-a-sus-egos.7239.html
Y cierto, en ese artÃculo parece que cierro como si dividiera el mundo entre buenos y malos, pero intenté evitar precisamente eso: si los videojuegos son un juego, pues vale, pero creo que no hay que limitarlos a eso. Si he dado esa impresión es fallo mÃo por mal comunicador, pero lo que vengo a decir es que en este debate no he visto esa opción, ese darle cuartel a la gente con la que no coincides.
Las referencias, por otra parte, son intencionales. QuerÃa poner artistas que hubieran hecho algo distinto, rompedor o extraño para hacer llegar mi punto, y la historia con la que abro el artÃculo pensé que serÃa un buen paralelismo. Me gusta enlazar en mis artÃculos, creo que les da valor: sin ir más lejos, mi primer texto en MundoGamers abrÃa con una referencia a una pelÃcula de Doraemon y el siguiente con una a Charlie y la Fábrica de Chocolate. Aunque sÃ, no te quitaré la razón: a veces hago menciones del estilo porque soy un gafapasta en el fondo.
Yo lo veo muy claro y lo resumiré en una frase ¡no deis de comer al troll!. Por la tal Zoe no puedo hablar, pero por Anna da la impresión de que esto es lo que pretende. Osea, lo que pretende no es nisiquiera defender a las mujeres, sino coger un tema polémico, exagerarlo, adornarlo con amenazas de muerte y cosas similares y asà llenarse los bolsillos con un tema que en realidad le da igual, lo único que quiere es generar expectación, tener a los medios pendientes de esto y asà ganar atención (lo que se traduce en dinero).
El tema del sexismo en los videojuegos desde luego es un tema que deberÃa ser tratado, pero no creo que esta gente sea la idónea y lo único que parecen estar haciendo es daño a la industria (todo esto dicho desde un desconocimiento bastante profundo del asunto). Yo creo que si a esta gente no se le hiciese caso, volverÃan a sus cuevas y la gente serÃa podrÃa tratar estos temas, pero por supuesto es mucho mejor convertirlo en un sálvame versión videojuegos, y honestamente si la prensa no le dierais difusión a esta gente todo se quedarÃa en nada.
Asà que nada, que eres un pedante estúpido.