E3 2019 - Ubisoft se queda corta con una de sus peores conferencias de los últimos años

Tras culminar la conferencia de Ubisoft, es imposible no enarcar una ceja, menear la cabeza y preguntar si esto ha sido todo. Demasiado espectáculo, orquestilla, baile y rap final para una conferencia que apenas ha contado nada y que ha puesto todos los huevos en cestas que ya conocíamos de antemano con un único regalito al final, Gods and monsters, que es más un caramelo para que no hagamos mucho ruido que una realidad.

 

 

Watch Dogs Legion: Permadeath y Londres Cyberpunk

Tras unos segundos musicales repasando la historia de Assassin's Creed a golpe de orquesta y señorita descojonándose mientras toca el chelo empieza el primer golpe de efecto: Watch Dogs Legion, un paso más de la franquicia que repite elementos comunes pero sabe evolucionar con un nuevo enfoque sacado directamente de State of Decay 2: la permadeath del protagonista y la necesidad de reclutar a cualquier personaje para luchar contra el poder establecido, incluyendo señoras mayores que son lo que le van a dar calidad al tráiler. Un mundo futurista corrompido que a pesar de apuntar a MAP será un placer analizar cuando llegue a las tiendas el 3 de marzo de 2020.

 

Después de un buen rato mareando la perdiz con las posibilidades, toca pajas mentales con serie de televisión para Aple, Mythic Quest, y nuevos contenidos para Rainbow Six con la llegada de una nueva clase, rollo agente secreto a Rainbox Six: Operation Phantom Sight. Más adelante la saga de Tom Clancy crece con Rainbow Six Quarantine, cooperativo de dos jugadores contra zombies y que llegará en 2020. DLCs para For Honor con un prometedor Shadows of Hitokiri que huele a Sekiro, y guía de ruta para The Division 2 explicando sus tres próximos episodios con una culminación excesivamente Tom Clancy. 

 

 

De bajona al final

Es difícil aplaudir una conferencia que se ha hecho larga y no ha sabido poner el acento donde toca. Sam Fisher se queda en un juego para móviles junto al resto de personajes del famoso escriter de thrillers en Tom Clancy's Elite Squad, Beyond Good and Evil 2 no aparece, nos intentan colar un nuevo eSport que no tiene mala pinta pero tampoco vuelve loco: Roller Champions, al que podemos jugar su demo del 10 al 14 de junio, y se ven buenas intenciones, pero poco más. 

 

Ni siquiera el famoseo a la hora de hablar de Ghost Recon Breakpoint, juego al que le tengo muchísimas ganas, ha logrado sacarme del sopor, con una presentación que exigía profundizar en el gameplay que ya hemos visto pero no ha querido mostrar más dejándonos con las ganas. Y para colmo la esperada suscripción de Ubisoft, el catálogo que iba a partir la pana, se queda en PC a un precio que da risa, 14,99 al mes y con apoyo en una Stadia que ya no engaña a nadie, ofreciendo lo mismo que ofrecen Origin y EA Access por 24 euros anuales a un precio de 180.

 

Una lástima para la que esperaba que fuese una de las mejores conferencias de este E3 y que se ha quedado en muy poquito. Con juegos que ilusionan y prometen, pero maltratados en una presentación que no ha tenido ni el miedo ni el alivio al que Guillemot nos tenía acostumbrados los últimos años. Al menos hubo baile de Just Dance.
Eso sí.
Al menos hubo baile. 

 

¡Nos leemos!

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