1. Mundogamers
  2. Noticias
  3. WIIU

E3 2019 - Lo que Zelda: Breath of the Wild 2 tiene que aprender a contarnos

No vale acomodarse
Por Rafa del Río

Ya han pasado unos días desde el E3 2019, y con la piscina ya montada y el olor a verano, asfalto quemado y calor infernal en el ambiente, sigo teniendo esta mezcla de esperanza y miedo cada vez que pienso en el cierre de la magistral conferencia de Nintendo. Más concretamente, en la presentación de ese The Legend of Zelda misterioso que continuará las aventuras de Zelda y Link donde las dejamos en el impresionante Breath of the Wild. 

 

 

Esperadísimo desde ya

No engaño a nadie, y menos a mí mismo, cuando digo que el maldito Zelda Breath of the Wild 2 me obligará a volver a comprarme una Nintendo Switch -ojalá esa Switch mini de la que GAME tanto habla- y que me animará a volver al que para mí es uno de los mejores videojuegos de esta década. Pocos juegos han logrado, conforme a mi perfil de videojugador, que compre una plataforma para disfrutarlos en exclusiva. Breath of the Wild fue uno de ellos, y estoy convencido de que Breath of the Wild 2 será el siguiente. 

 

Sin embargo, y aunque estoy dispuesto a declarar mi amor por esta secuela a la voz de ya, hay cosas que me dan miedo, casi pavor. Elementos que funcionaron muy bien en ese primer Zelda Breath of the Wild y que ahora, con la princesa libre de toda maldición y las tierras de Hyrule aún sumidas en el caos, van a tener que reinterpretarse, ser trabajados de otra manera para volver a hacer coincidir narración con jugabilidad y lograr que ese mundo tan físico y creíble siga siendo un fiel reflejo de las nuevas aventuras que nos quedan por vivir. 

 

Zelda Breath of the Wild 2

 

Lo que tiene que aprender a contar

No voy a entrar en berenjenales de arcos arumentales y demás chufas de una corriente de pensamiento de la que Eiji Aonuma ya se declaró forastero hace unos años. Ni esto va del niño que apareció tras el naufragio ni falta que hace. Lo que sí quiero tratar son los elementos que hicieron de Zelda Breath of the Wild un juego de diez. Un mundo que no justificó el sobresaliente por sus físicas ni su sistema de juego, sino por cómo estos se adaptaban al propio periplo de nuestro protagonista haciendo de Breath of the Wild un todo muy bien engrasado en el que el camino, al final, era el núcleo duro de la experiencia por la necesidad de ir perfectamente pertrechados en nuestro enfrentamiento final. 

 

Con la princesa dentro del juego y Link consciente de su pasado, esto no es ni debería ser tan sencillo como meter una nueva amenaza y repetir esquemas de Breath of the Wild. Lejos queda ahora la justificación de la aventura en solitario, la necesidad de revivir el pasado en las presentes andanzas y la obligación de sobrevivir a toda costa para cumplir nuestro destino. Sin atreverme a imaginar cómo será Breath of the Wild 2, sí que sé cómo quiero que nos cuente su historia, y esta no puede ni debe ser una repetición de las mecánicas que valieron el oro a su predecesor. 

 

En Breath of the Wild 2 Eiji Aonuma tiene un gran trabajo por delante. Uno en el que sea quien sea el protagonista, Link, Zelda o los dos, la carga narrativa debe estar puesta en este nuevo paso por restablecer Hyrule y recuperar la gloria de un reino que es, casi seguro, el más atacado del mundo del videojuego sin distinción. Espero que Aonuma vuelva a estar a la altura de esta pareja de héroes y enfoque este nuevo episodio de la historia desde el prisma que merece. Las posibilidades son tan grands que no puedo menos que emocionarme al pensar en ello.

 

¡Nos leemos!


<< Anterior Siguiente >>