E3 2016 - Así es la Primera Guerra Mundial en Battlefield 1
Después de que Rafa recopilara los últimos datos conocidos del próximo Battlefield 1, incluidas las batallas históricas que podremos encontrar en el juego, junto a algunas de las armas y otros detalles, ahora toca hablar del juego a pie de campo, para intentar llegar a una conclusión sobre uno de los aspectos más importantes de esta entrega: ¿cómo se siente la Primera Guerra Mundial dentro del propio juego cuando nos ponemos a sus mandos?
Lo primero que destaca de Battlefield 1, tanto para bien como para mal, es que es una nueva entrega de la saga, que además se siente muy continuista. Es decir, que aquellos que pensaban que el cambio de contexto y regresar a a la Primera Guerra Mundial quizás provocaría un cambio en la manera de jugar teniendo en cuenta cómo se desarrollaron los enfrentamientos reales, pueden llegar a sentirse algo decepcionados. Esto no va a ser así, y aunque estéticamente las armas y los vehículos que podemos encontrar sí son fieles a la Historia, van a seguir funcionando exactamente igual que en guerras futuristas: pistolas, metralletas, rifles, explosivos... todo se sentirá igual, salvo por sus características audiovisuales. Lo mismo ocurre con los tanques, aviones o torretas que encontramos por el escenario, aunque quizás a esto todavía le falta pulirse un poco de cara a la versión final del juego.
Donde sí encontramos una evolución que se agradece y que parece, además, va a volver a convertirse en un referente del género de los shooters multijugador es en sus escenarios. Las localizaciones donde podremos llevar a cabo los conflictos volverán a ser enormes y espectaculares, uniéndose a un sistema de daños dinámico que probablemente sea uno de los mejores vistos jamás en un juego de este género. Muchas de las estructuras que encontramos en los mapas se pueden destruir prácticamente al completo, lo que genera un dinamismo estupendo, dándonos cuenta de que, realmente, cada batalla puede ser muy diferente (teniendo en cuenta, también, la multitud de estrategias que pueden seguir los enemigos y los aliados).
Lo mismo ocurre con el clima, aunque en menor medida. Tal y como se anunció, una de las novedades de Battlefield 1 va a ser el clima dinámico, que también va a poder cambiar de forma aleatoria durante los enfrentamientos. Aunque no se nota de forma exagerada, sí que es palpable la diferencia en todos los sentidos, sobre todo visuales, de combatir en plena tormenta si lo comparamos a las sensaciones en la misma localización con un clima despejado, lo que se agradece enormemente. Este factor, unido al de la destrucción de los escenarios, favorece todavía más a la sensación de que cada batalla puede ser tremendamente diferente a la anterior.
Quizás, el único problema que podemos encontrar a Battlefield 1 es que sus innovaciones se quedan ahí, porque sigue siendo exactamente lo mismo que encontramos en las entregas anteriores de la saga. Pero claro, muchos dirán que precisamente esa sigue siendo su mayor virtud y que tomar como contexto la Primera Guerra Mundial tampoco debería ser motivo para variar todos sus cimientos, simplemente para ofrecer un conflicto más realista. Los fans de la franquicia pueden estar más que tranquilos y satisfechos.
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