E3 2015 - ¿Nadie va a decir que Just Cause 3 es Just Cause 2 con mods?

Con la cantidad de idioteces, de egos planos y de chorradas que se están soltando durante este E3 por twitter y demás redes sociales, me encandila que nadie haya dicho todavía eso de 'Just Cause 3 es Just Cause 2 con mods'. Me encandila porque hay que reconocer que Avalanche y Square Enix no se han matado en un vídeo que no deja de mostrar más de lo mismo, me encandila porque, como digo, el nivel intelectual del mundillo cae en picado durante el E3, y me encandila porque por primera vez esta frase podría ser, si no cierta, sí algo muy parecido a la verdad. 

 

 

En Just Cause 3 hay explosiones

Y eso es bueno, porque nadie le pide a Rico que se convierta de la noche a la mañana en un negociador. Es más, tampoco le pedía que se convirtiera en Nathan Drake, pero parece que a los chicos de Avalanche les ha parecido una gran idea llevar a nuestro querido Escorpión al gestor de personajes de Bioware y dejarlo con cierto parecido al heredero del pirata más putañero de la historia.

 

Pero esperad, que me pierdo... nadie le pedía a Rico que dejara de destruirlo todo, pero sí que se le pedía -o al menos yo lo hacía-, que evolucionara un poquito su forma de hacer las cosas. No tengo nada en contra de las tomas de bases enemigas, la destrucción, el bombardeo injustificado ni la masacre del pueblo oprimido al que, supuestamente, has venido ayudar -siempre que sea en un videojuego, se entiende-. Sin embargo sí que tengo mucho en contra de patrones repetidos, de cometer los mismos fallos y de convertir la zona de juegos en un catálogo de dianas sin más. Eso ya lo hace Volition y lo hace mejor.

 

 

Just Cause tiene errores

Y son errores que, lamentablemente, se llevan repitiendo desde esa primera entrega que nos hacía pensar que estábamos pegando tiros en un croma infinito. Reconozco que eso al menos lo mejoró Just Cause 2 con un escenario más creíble, y parece que ahora la tercera parte va a mejorar y mucho este aspecto, pero quitando eso, veo los mismos fallos de siempre y que no parecen querer abandonar a una saga que podría ser soberbia. 

 

Por un lado tenemos el protagonismo absoluto de Rico, como si enemigos, civiles y aliados no fueran más que figuras al margen que están ahí para darle movimiento al asunto. Just Cause es un enorme cajón de arena en el que destruir y matar mientras hacemos ruiditos de explosiones con la boca, como cuando de pequeños jugábamos con los Playmobil o los GI Joes, y esto no es malo. Lo malo es que dichos personajes 'viven' carentes de toda personalidad y efectividad, pollos descabezados que están ahí para que disfrutemos y que, a la larga, convierten la experiencia en insulsa.

 

 

Relacionado con esto tenemos los superpoderes de Rico,  que ahora van todavía a más: El gancho es todavía más eficaz, las explosiones son más destructivas, el paracaidas es infalible y el traje planeador nos permitirá volar, convirtiéndonos en un superhéroe que ya le gustaría a los tipos de Crackdown. ¿El problema de esto? Que cuando eres Superman cosas tan tontas como conducir, pilotar un helicóptero o acribillar a los enemigos pierde parte de su encanto y de ese riesgo que hace que tengas que planificar un ataque y tomarte las cosas con calma.

 

Explosiones sin complicaciones

No me malinterpretéis, me gusta la saga, disfruté como un enano con Just Cause 2 y seguramente me haga con éste tercer episodio cuando llegue su momento, pero eso no quita para que me haya desencantado lo que he visto en el E3. Mundos vacíos que basan su gracia en la destrucción, un protagonista sin puntos debiles y, una vez más, una excusa perfecta para la destrucción frenética sin más complicaciones. 

 

Llamadme viejo, pero echo de menos el concepto del primer Mercenaries y esa necesidad de analizar la situación antes de actuar. Mercenaries 2 convirtió la novela de Frederick Forsyth en un capítulo de Los Simpsons, y Just Cause 3 va por el mismo camino. Una lástima, porque podría haber sido algo mucho más grande.

 

¡Nos leemos!

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