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[E3 2014 VS] Mucho ruido y pocas nueces

Demasiado teaser, demasiado concepto. Poco gameplay.
Por Dayo

Tenía razón. Bueno, no. Bueno, sí. Algo. Como es de esperar, una de las preguntas que corren en Internet estos días, además de “¿qué demonios jugaremos estas navidades?” es: “¿Quién ha ganado E3?”. Yo lo tengo muy claro: no ha sido Microsoft. No ha sido Sony. No ha sido Nintendo.

 

Ha sido el teaser.

 

Sí, lo puse en Twitter hace poco y lo hice más para reírme que para otra cosa, pero no deja de haber una cierta verdad en esa afirmación. Mis estimadísimos compañeros Rafa del Río y Adrián Suarez ya han dado sus respectivas opiniones del E3, uno que se quedó corto y otro que ha sido como un beso en la boca de Emma Watson (ay, mis fantasías). Yo tomo la tercera vía: ha tenido buenas ideas y títulos a los que esperar. Literalmente.

 

Digo “literalmente” porque no sé de qué va Ori and the Blind Forest. No sé de qué va Scalebound. No sé de qué va Abzû. Aunque he jugado a ambas entregas, no sé de qué va exactamente Crackdown 3. No sé cómo se juegan: no conozco sus temas, sus tramas, su diseño, mecánicas. No he visto gameplay. Ni siquiera de los juegos que ya llevan un tiempo anunciados, como Pokémon Alfa Zafiro y Omega Rubí o Metal Gear Solid V: The Phantom Pain, han dado una idea sólida de cómo serán ¿tengo que esperar un Pokémon X/Y en Hoenn? ¿Un Ground Zeroes de 15 horas?

 

El E3 debería ser un lugar de magia y promesas, pero este año creo que ha habido más promesas que magia. La nueva generación es un hecho: ya está aquí. Fuera especulaciones y colas interminables para conseguirlas. Adiós a todas esas noticias desesperadas por llamar la atención: “PlayStation 4 ha vendido más en La Elipa, pero compran más Xbox One en Chamartín”. No. Hay millones de personas que ya tienen una consola de octava generación y queremos saber a qué carro nos hemos subido. Pero apenas hay respuesta.

 

Este vídeo resume bien lo que pienso.

 

Lo que conocemos es lo previsible. Sí, tuvimos un gameplay de Mortal Kombat X o Assassin’s Creed Unity. Bien, supongo. Aunque bueno, Unity está continuando la deliciosa tradición de Ubisoft de meterse en mil berenjenales para empeorar su imagen, así que tampoco sabría decir.

 

De acuerdo, hemos tenido cosas nuevas a las que aferrarnos. Aparte de algunas ausencias, como el nuevo Zelda o Starfox, Nintendo se ha mostrado mucho más abierta que el resto de casas a la hora de mostrar sus juegos: ya tengo una idea de cómo serán Splatoon, Super Smash Bros y Xenoblade Chronicles X. También se agradece que Ubisoft haya abierto, como suele hacer, la presentación de Rainbow Six Siege con un gameplay. Y los más ansiosos han visto un par de gameplays de The Witcher 3. Pero Mirror’s Edge 2 o Battlefront son algo que, de momento, están en mi imaginación. Siento que el futuro está ahí, desde luego, pero es intangible y se escapa a nosotros de un modo u otro. “No puedes asimilar la auténtica forma del ataque de Gygas”, se lee en Mother. Bueno, yo no puedo hacer lo propio con la nueva generación.

 

¿Ha sido por ello un mal E3? No. Pero tampoco ha estado para lanzar cohetes. Insisto en que espero con ganas ver qué será Bloodborne y el nuevo título de Criterion puede ser un juego realmente espectacular. Es un placer ver que al fin Microsoft se ha fijado en los indies y está dispuesto a darles coba, tal y como ya hizo en su día. Sunset Overdrive puede ser una killer app y la promesa de destruirlo todo en Crackdown 3 es una que quiero ver cumplida. Le quiero echar el guante a Evolve y me ha gustado ver que la nueva criatura tenga un aspecto tan distinto, y Abzû puede ser un título evocador y memorable.

 

Pero todo ello queda en el terreno del “quizás”, de lo desconocido. Sí, aquellos afortunados que han estado ahí nos comunicarán qué clase de juegos son, pero en la era de la información y con la nueva generación necesitando aún títulos que de verdad la reafirmen, habría estado bien tener más solidez. Y más juegos para 2014.


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