Dynasty Feud: el juego retro de sofá llega a PS4
Lo reconozco, cogí Dynasty Feud con un poco de miedo, con ese prejuicio estúpido que solemos tener ante las operas primas de los estudios españoles de bajo presupuesto. Tras echarle un par de minutos, la diversión a raudales de Dynasty Feud me ha logrado enganchar y animarme a dedicar desde aquí mi aplauso a Kaia Studios por este juego retro que devuelve la diversión de salón que tanto echamos de menos los usuarios de consola de los 80.
Dynasty Feud es una locura. Un juego de aspecto simple pero muy bien pensado que, de primeras, os recordará a Nidhogg, a los más veteranos a Blue Stinger, y a los viejos pellejos como yo al Bruce Lee de los ordenadores de los 80. Una asociación de ideas curiosa si tenemos en cuenta que corre a manos de un grupo de jóvenes talentos bilbainos que hacen un trabajo impecable.
Bonito y divertido
Tras el aspecto sencillo pero realmente bonito de la puesta en escena de Dynasty Feud se esconde un título muy complejo del que ya Kysu en su momento realizó un maravilloso avance: un juego que nos invita a enfrentarnos con amigos ya sea online o, mi consejo, en competitivo local por equipos. El combate sigue las reglas de un Smash Bros. horizontal pero guarda algunas peculiaridades que hacen de Dynasty Feud una gran experiencia.
Por un lado, tenemos que el escenario de combate, una pantalla horizontal que nos va moviendo por distintas localizaciones, cada una con sus propias peculiaridades, que van muy a juego con el estilo desenfadado y divertido del juego. Por otro lado, Dynasty Feud no nos permite elegir personaje, sino que nos ofrece varias dinastías a elegir, cada una con su propia temática, deidad y poderes. Comenzamos la partida con el primer guerrero, y según vamos cayendo, vamos pasando de uno a otro de los cinco miembros de la dinastía hasta ganar el combate o morder el polvo.
Fácil de entender, complejo de dominar
La complejidad recae en que cada personaje tiene sus propios movimientos, golpes y habilidades especiales, por lo que la jugabilidad cambia no sólo dependiendo del escenario, sino también del personaje que manejes en ese momento. Un golpe y estás muerto, por lo que aprender cuanto antes a controlar a los personajes, sus puntos fuertes y debilidades, se convierte en toda una exigencia que hace de Dynasty Feud un título mucho más profundo de lo que puede parecer de primeras al contemplar sus pantallas.
Todo esto se traduce en un juego frenético, muy bien portado a PS4 y que promete horas de diversión. Un título que se ha convertido en una excusa perfecta para pasar la tarde con los amigos o echar unas partidas online con conocidos y desconocidos. Acción frenética, 45 personajes y 9 dinastías a elegir en un juego que mantiene ese delicioso componente de aletoriedad de Bro Force y Rogue Legacy pero con un enfoque más sólido y fiable. Sin duda un canto nostálgico más que digno a una forma de jugar que parece resistirse a desaparecer, por fortuna para los que disfrutamos con ella.
¡Nos leemos!
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